Sidney, Australia, lunes 15 de diciembre.— Autoridades australianas identificaron a Naveed Akram, de 24 años, y a su padre, un hombre de 50, como los presuntos responsables del tiroteo masivo ocurrido este sábado en Bondi Beach, que dejó un saldo de 16 personas fallecidas y al menos 20 heridas durante una celebración de Janucá que congregaba a la comunidad judía.
De acuerdo con los primeros reportes, uno de los atacantes fue desarmado por un asistente al evento, lo que evitó que el número de víctimas fuera mayor. Imágenes difundidas en redes sociales muestran a Ahmed al Ahmed, un vendedor de fruta que se encontraba en el estacionamiento cercano a la playa, quien logró neutralizar a uno de los agresores pese al riesgo que implicaba. Por este acto fue reconocido como “el héroe de Sidney”.
El comisario de policía de Nueva Gales del Sur, Mal Lanyon, informó en conferencia de prensa que el hombre de 50 años falleció, mientras que el joven de 24 permanece hospitalizado en estado crítico. Precisó además que no se busca a ningún otro sospechoso.
Durante el operativo, las autoridades aseguraron al menos 15 armas de fuego que los agresores poseían de manera ilegal, en un país con una de las regulaciones más estrictas en materia de control de armas.
Entre las víctimas hay personas de entre 10 y 87 años de edad, en su mayoría integrantes de la comunidad judía, por lo que el ataque ha sido calificado como antisemita. El hecho sorprendió a asistentes y autoridades, especialmente en un contexto de endurecimiento de medidas tras episodios recientes de violencia armada.
Condena del gobierno australiano
El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, condenó el ataque en un mensaje televisado y lo describió como “un acto de maldad, antisemitismo y terrorismo que ha golpeado el corazón de nuestra nación”. Señaló que se trató de un ataque dirigido contra judíos australianos durante Janucá, una festividad que “debió ser un día de alegría”.
Albanese anunció que las banderas ondearán a media asta en señal de duelo nacional.
La policía confirmó que el tiroteo es investigado como un acto terrorista y reveló el hallazgo de “artefactos explosivos improvisados” en un vehículo cercano a la playa, presuntamente vinculado al sospechoso fallecido. Según las autoridades, alrededor de mil personas se habían reunido en Bondi Beach para la celebración.
Testigos relataron momentos de pánico. “Escuchamos los disparos. Fue impactante; se sintió como diez minutos de ‘bang, bang, bang’. Parecía un arma potente”, declaró a la agencia AFP Camilo Díaz, un estudiante chileno de 25 años que se encontraba en el lugar.