San Luis Potosí, S.L.P., lunes 30 de junio de 2025.– El ingeniero agrónomo fitotecnista y especialista en abejas, Joel Zamora Amaro, advirtió sobre la preocupante disminución de la población de abejas en México, fenómeno provocado principalmente por el uso indiscriminado de productos químicos y los efectos del cambio climático. Destacó que estos insectos desempeñan un papel esencial en la polinización, siendo fundamentales para la seguridad alimentaria.
“El panorama es crítico si desaparecen las abejas. Sin polinización no hay flores, frutos ni semillas; la cadena alimenticia se rompería, afectando tanto a mamíferos como a seres humanos. Por eso el llamado urgente a cuidar a estos insectos, especialmente a la Apis mellifera y a las especies nativas”, señaló.
El catedrático de la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la UASLP explicó que desde la década de 1990 se ha registrado una disminución importante en la población de abejas, atribuida principalmente a tres factores: el cambio de hábitat, la urbanización y el uso del suelo. Estas transformaciones han desplazado a las abejas nativas, reducido su fuente de alimento y eliminado vegetación esencial en múltiples zonas.
A ello se suma el impacto del cambio climático. Zamora señaló que en los últimos tres años se ha observado una marcada escasez de lluvias, lo que ha afectado la germinación de semillas y la floración, base de la alimentación de las abejas. “Su dieta consiste en un 80 % de energía proveniente del néctar transformado en miel y un 20 % de proteína obtenida del polen”, explicó.
Respecto al uso de plaguicidas altamente tóxicos, advirtió que, aunque son utilizados para controlar plagas, también afectan a insectos benéficos como las abejas. “En el mundo existen alrededor de 22 mil especies de abejas, y en México habitan aproximadamente 1,800, distribuidas en varios géneros y seis familias que incluyen abejas, abejorros y avispas”, detalló.
De acuerdo con datos de la ONU, cerca del 45 % de las especies de abejas están en peligro de extinción, lo que compromete directamente la polinización y, por ende, la producción agrícola. Esta problemática afecta también a los apicultores, ya que la falta de alimento en el campo obliga a las abejas a migrar hacia zonas urbanas.
Zamora Amaro precisó que en México se ha perdido cerca del 30 % de los panales. El país cuenta con más de 2 millones 100 mil colmenas, de las cuales un 75 % se destina a la producción de miel. Aunque estados como Yucatán y Campeche encabezaban la actividad apícola, el año pasado Alemania devolvió al país unas 33 mil toneladas de miel por contener residuos tóxicos.
Aclaró que estos residuos no representan un alto riesgo para la salud humana, pero subrayó la necesidad de que los apicultores adopten mejores prácticas de manejo. Recomendó el uso de repelentes naturales para alejar abejas de zonas habitadas, en lugar de destruirlas o quemarlas.
Finalmente, exhortó a la población a no atacar enjambres en migración, ya que no representan un peligro si no son molestados. “Su mecanismo de defensa es la picadura. Si se detecta un enjambre, lo más adecuado es llamar a bomberos o a un apicultor capacitado para su recolección. Y si se requiere combatir otras plagas, como moscas o zancudos, es mejor utilizar insecticidas de baja toxicidad o de origen orgánico”, concluyó.