No te quedes donde ya no eres tú

Por

Paola Torres

- viernes, septiembre 26 de 2025

Dicen que el amor todo lo puede. Pero no, el amor no lo puede todo. No cuando duele más de lo que sana, cuando desgasta más de lo que construye, cuando se convierte en una lucha constante por salvar algo que ya se perdió hace tiempo. Y mucho menos cuando lo que queda no es amor, sino dependencia, miedo o costumbre.

Una relación tóxica no siempre se ve como en las películas. A veces no hay gritos, ni golpes, ni escenas dramáticas. A veces solo hay indiferencia, manipulación sutil, celos disfrazados de cuidado, control envuelto en promesas, críticas disfrazadas de “consejos” y un cansancio emocional que te aplasta todos los días.

Salir de una relación tóxica no es rendirse. Es rescatarte. Es cerrar un ciclo con la frente en alto, aunque salgas con el corazón en pedazos. Porque los pedazos se recogen, se curan y se vuelven a unir. Pero quedarte puede terminar por romperte por completo.

Salir a tiempo es difícil, pero quedarse de más puede costarte años de tu vida, tu paz mental y hasta tu identidad. Salir no es huir, es salvarte.