Los nacimientos navideños, pesebres o belenes, son uno de los elementos más tradicionales durante la temporada decembrina en México, especialmente entre los fieles católicos.

Fue San Francisco de Asís quien dio origen a los pesebres, aunque él los denominó montajes vivientes. En su creación, San Francisco invitó a la comunidad a unirse a la escena del nacimiento de Jesús, con José, María, el niño, los pastores e incluso animales reales.

El objetivo del santo era transmitir el mensaje del Evangelio de forma visual y accesible, sobre todo para quienes no sabían leer. Con el tiempo, estas representaciones vivientes fueron reemplazadas por figuras, y se cree que la primera figura de barro nació en Italia.

Durante la conquista, los frailes trajeron las tradiciones navideñas a México, incluida la de colocar el pesebre como representación del nacimiento del niño Jesús.

En México, el nacimiento se coloca alrededor del 8 de diciembre, con las figuras de María, José, los pastores, la estrella de Belén, una mula, un buey y las ovejas. La tradición establece que el 24 de diciembre se coloca al niño Dios en el pesebre, luego de que todos los presentes lo adoren. Las figuras de los Reyes Magos se colocan hasta el 6 de enero, para conmemorar su llegada.

En San Luis Potosí, es común que se instalen pesebres en los hogares, parroquias, plazas públicas y diversos espacios, pues son uno de los elementos más representativos de la temporada navideña.