La lectura perdida: un desafío para las nuevas generaciones

Por

Paola Torres

- viernes, marzo 14 de 2025

En las últimas décadas, hemos sido testigos de un fenómeno inquietante: el progresivo distanciamiento de las nuevas generaciones con la lectura. Algo tan vital como leer, que en su esencia fomenta el pensamiento crítico, la creatividad y el acceso a conocimiento, parece haberse convertido en una práctica en vías de extinción. Hoy, los jóvenes prefieren los estímulos rápidos que ofrecen las redes sociales, los videos y los videojuegos, dejando de lado los libros y la reflexión que estos provocan.

Además, en la era digital, los jóvenes están expuestos a un sinfín de contenidos que, aunque interesantes, no siempre contribuyen a su desarrollo intelectual. Los vídeos cortos, las publicaciones en Instagram o TikTok, no requieren el mismo nivel de concentración y reflexión que un libro. La lectura de una novela, un ensayo o incluso un artículo profundo, demanda paciencia y un esfuerzo cognitivo que las plataformas actuales no parecen favorecer.

Sin embargo, la lectura no solo debe verse como una actividad académica o intelectual; es un medio que abre puertas a la imaginación, a la historia y a una comprensión más profunda de la realidad que nos rodea. El acto de leer permite al individuo viajar a otros mundos, comprender las complejidades del ser humano y tener una visión más crítica sobre la sociedad.

En este sentido, la familia, las escuelas y las instituciones culturales tienen un papel fundamental. Deben promover la lectura no solo como una obligación escolar, sino como una herramienta para la vida. Crear espacios donde los jóvenes puedan discutir libros, compartir sus lecturas e intercambiar opiniones sobre lo que leen es crucial para revertir esta tendencia.