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Por: Abraham Roberto Cortes Reta
Hablemos del futuro, un futuro que llega en menos de 2 meses. Y más allá de vislumbrar una nueva época con drones repartidores y cine de alta definición en casa, es oportuno darnos la tarea de analizar cuál es la realidad de la Juventud en nuestro país y cuáles son los retos a los que se enfrentarán las y los jóvenes mexicanos durante los próximos 10 años.
En 50 días llegará la década del 2020 y los complejos problemas que afectan a nuestra sociedad y a la población joven de México no se resolverán si no los identificamos primero. En los próximos años nos enfrentaremos a una economía en desaceleración, un medio ambiente alterado por la contaminación y una larga lista de pendientes a los que urge dar respuesta.
Ante estos retos, hace 5 años la Organización de las Naciones Unidas impulsó la iniciativa “Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, estableciendo 17 objetivos que proponen medidas para poner fin a la pobreza, proteger el planeta, incluyendo también esferas como la educación de calidad, la igualdad de género, la innovación, el consumo y la producción sostenible, entre otras prioridades. El Gobierno de México al suscribir esta lista de Objetivos asume la tarea de realizar las acciones necesarias para cumplir con las metas planteadas, pero no solo depende del gobierno, también depende de las acciones que como jóvenes y ciudadanos tomemos para cambiar nuestra realidad.
Relacionando un par de los Objetivos de la Agenda con la situación actual de los jóvenes en México podemos darnos cuenta de lo siguiente: La Educación de Calidad (que es el Objetivo 4 de los ODS) aún se encuentra distante al ver las posiciones que ocupa México en materia educativa, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y su informe Panorama de la Educación en 2019, solo dos de cada 10 adultos mexicanos han tenido acceso a estudiar una carrera universitaria. También México ocupa los primeros lugares en población entre 15 y 29 años que no estudia ni trabaja (24% de la población en este rango).
Respecto al objetivo Fin a la Pobreza debemos reconocer que es una tarea monumental ya que la realidad de México muestra que de los más de 30 millones de jóvenes, la mitad de esa cifra vive en condiciones de pobreza. De acuerdo con cifras del Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE) para 2014, 17.5 millones de personas jóvenes (47.1 % del total) estaban en situación de pobreza, de las cuales 13.9 millones (36.6 %) viven en pobreza moderada y 3.6 millones (9.7 %) en pobreza extrema. Todo lo anterior se traduce en carencias en educación, salud, vivienda y alimentos, al no contar con los ingresos que les permitan satisfacer sus necesidades básicas.
La juventud enfrenta dos grandes retos a vencer para esta década, lograr una mejora en las condiciones de la Educación y disminuir el porcentaje de jóvenes en situación de Pobreza, retos que serán, desde mi punto de vista, dos de los objetivos más importantes que se tienen que trabajar en los siguientes 10 años. No será tarea fácil y debe ser la misma juventud quien tome la decisión de mejorar sus condiciones, exigiendo pero también proponiendo, participando de manera activa en la toma de decisiones.
El escenario actual es bastante duro para los jóvenes, sin embargo, recordando las palabras de Mario Vargas Llosa “Estamos mal, pero nunca hemos estado mejor”, debemos aprovechar todas las oportunidades que el siglo XXI nos a traído. No estamos solos, y en la lucha por construirnos un futuro prometedor, todos debemos participar.
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Fuentes:
Panorama de la educación 2019. Indicadores de la OCDE
Panorama Educativo en México. SEP e Instituto Nacional de Evaluación de la Educación
“ESTADÍSTICAS A PROPÓSITO DEL DÍA INTERNACIONAL DE LA JUVENTUD (12 DE AGOSTO)” 2018. DATOS NACIONALES, INEGI
Agenda 2030, Organización de las Naciones Unidas.
