Mujeres de ojos grandes de Ángeles Mastretta es una obra literaria que explora la complejidad del alma femenina a través de relatos profundamente humanos y, al mismo tiempo, cargados de una sutil crítica social. A lo largo de sus páginas, la autora nos invita a adentrarnos en la vida de diferentes mujeres que, aunque enfrentan diversas adversidades, son capaces de reclamar su espacio en el mundo con una intensidad y una fuerza que las convierte en íconos de resistencia, autenticidad y libertad.
Desde el inicio, Mastretta nos presenta a personajes multifacéticos, mujeres cuyas historias están marcadas por amores intensos, traiciones, luchas internas y la constante búsqueda de su lugar en una sociedad que, en muchos casos, aún las limita. Cada una de ellas, con sus “ojos grandes”, es un símbolo de esas mujeres que, sin miedo, miran al mundo de frente, desafiando las expectativas sociales impuestas. Los “ojos grandes” no son solo una metáfora física, sino también una forma de mirar la vida con claridad y determinación, sin maquillajes ni adornos.
A lo largo de las historias que componen este libro, Mastretta toca temas universales como el amor, la independencia, el deseo, la maternidad y la sexualidad, pero lo hace desde una perspectiva única: la de las mujeres que están dispuestas a escribir su propia narrativa, sin esperar que otros lo hagan por ellas. Esta visión feminista, aunque no explícitamente declarada, está presente en cada rincón del libro, ya que las protagonistas no son solo figuras pasivas que se dejan arrastrar por la corriente, sino que son mujeres activas, decididas, a veces contradictorias, pero siempre reales.
Una de las grandes virtudes de Mastretta es su capacidad para humanizar a sus personajes. Ninguna de sus mujeres es perfecta, pero todas tienen una fuerza interior que las impulsa a seguir adelante, a pesar de las dificultades. Nos muestra a mujeres que, aunque a menudo se ven empujadas por la sociedad hacia roles tradicionales, encuentran maneras de subvertir esos espacios y crear su propia identidad. Estas mujeres no temen caer ni errar, pues entienden que esas son las cicatrices que las moldean y las hacen más poderosas.
Además, la prosa de Mastretta es un deleite literario. Su estilo es sencillo pero lleno de matices, cargado de emoción y ternura, pero también de una sutil ironía. Cada cuento está construido con una delicadeza que permite al lector no solo comprender las historias de sus protagonistas, sino también sentirlas en lo más profundo. El ritmo de la narración, que varía entre lo introspectivo y lo vibrante, permite explorar las emociones de las mujeres desde una mirada fresca y contemporánea.
En una época donde las voces femeninas siguen luchando por ser escuchadas y respetadas, “Mujeres de ojos grandes” ofrece un refugio literario en el que las mujeres se presentan como figuras poderosas, complejas y profundamente humanas. En cada una de ellas, Mastretta pone de manifiesto que la libertad de las mujeres no se obtiene solo a través de grandes gestas heroicas, sino en los pequeños actos cotidianos de resistencia: una mirada, una decisión, un amor que se elige, una historia que se vive a su manera.
Al leer este libro, es imposible no sentir una profunda admiración por esas mujeres que, a pesar de las adversidades, se atreven a mirar el mundo con sus ojos grandes, dispuestas a construir sus destinos sin pedir permiso. “Mujeres de ojos grandes” no es solo una obra literaria, es un grito silencioso de empoderamiento, un homenaje a todas aquellas mujeres que, con valentía, decidieron que sus historias merecían ser contadas.
Nota al lector: El próximo cinco de marzo Ángeles Mastretta visitará la capital potosina como parte de las actividades por el 8M Unidas somos Más fuertes.
