Luis Mejía / Pluma Invitada
Como es sabido, el año próximo se llevará a cabo el proceso electoral 2021 en todo el país; en San Luis Potosí, se elegirá gobernador, 58 presidentes municipales, siete diputados federales y 15 diputados locales de mayoría.
Uno de los principales participantes en esta justa electoral se construyó bajo el nombre de coalición “Sí por México” que supone la unión de PRI-PAN-PRD, tres partidos históricamente antagónicos, con registro nacional y cada uno factor determinante en la construcción del México de hoy.
La unión de estas fuerzas políticas resulta de la necesidad de hacer frente a un gobierno federal indolente a la situación que viven y atraviesan las familias mexicanas, fuerzas políticas que bajo ideales de izquierda o derecha, fortalecieron la democracia y crearon las instituciones con tironeos, discrepancias y mucho diálogo, unen voluntades para algo más grande que ellos mismos.
Los partidos suman coincidencias para llevar esperanza a la ciudadanía, ante las acciones un gobierno federal insensible a las necesidades sociales, que declara guerras contra el “guachicol” y lo único que provoca es la pérdida de más de un centenar de vidas inocentes en el estado de Hidalgo y el surgimiento de nuevos cárteles que azotan la seguridad de cientos de familias en gran parte del centro del país.
Los partidos históricos de México han hecho sinergia contra un gobierno que mediante abrazos pretende contener al narcotráfico, que detiene su camino para reverenciar a la familia real del zar más grande de la droga del mundo, no sin antes tender deferencias al vástago del mismo líder criminal. Entre tanto ignora a las familias en tragedia, evita a toda costa escuchar a quien ha caído en desgracia, el faraón evita el contacto con su pueblo porque se “moja sus pies y se puede enfermar”.
Se ha gestado la unidad que hará frente a un gobierno sin el mínimo de empatía para los niños con cáncer y sus padres que sufren junto con ellos, porque no hay medicamentos. Se acabó el antagonismo cuando el país necesita levantar la voz a un gobierno que reconoce incrementos en los índices de feminicidios y violencia de género, pero sin pensarlo dos veces le da la espalda a los colectivos feministas; “no nos pinten las puertas, las paredes”.
Se unieron las voces para exigir resultados a un gobierno que perdió el rumbo en la seguridad y a dos años de inicio, tiene ya más muertos que al término de los últimos sexenios, al que la muerte de cientos de miles por un virus mal atendido “le vino como anillo al dedo”, aunado al desplome económico, desempleo, pobreza.
Ante esto los partidos históricos del país han dicho fuerte y claro Sí a México, sí a generar empleos, sí a frenar el decrecimiento económico, sí a las medicinas para las y los niños con cáncer, sí a apoyar a los organismos de la sociedad civil en su noble labor, sí a fortalecer el sistema de salud. Esperemos que como mexicanos y como potosinos esta coalición de “Sí por México”, “Sí por San Luis Potosí” sea en beneficio de la sociedad y que este nuevo modelo de gobierno de coalición traiga consigo nuevas prácticas políticas que la dignifiquen.
Como decía Luis Donaldo Colosio y no estamos lejos de llevarlo a la práctica: “»Entre el gobierno y la sociedad hay que construir nuevas relaciones… prácticas diferentes que generen confianza mutua.”