Potosinos no olvidan a los padres que ya no están en vida. Algunos con cervezas, otros con flores y acompañados de un norteño o de una tambora, vienen a festejar el día del padre al panteón Españita, ubicado en la zona oriente de la capital potosina,

A pesar de no ser uno de los días más recurridos para visitar los panteones de la capital, se observan a hijos de todas las edades lavando tumbas, renovando flores e incluso echando una manita de gato a la eterna morada de sus padres.

Con ramos que van desde 50 hasta 400 pesos en el exterior de los panteones y a pesar del calor de 35 grados, nada detiene a los familiares que acuden a visitar a sus padres en un ambiente de tranquilidad y armonía.