Uno de los principales riesgos de una expansión acelerada en el crecimiento de las urbes es la invasión de terreno natural y afectación a la flora y fauna de los espacios, según explicó el ingeniero en Recursos Forestales, Uriel Alvarado; los mayores daños ocurren durante procesos como explosiones con dinamita en esas áreas.

“Esto conlleva un impacto ecológico bastante alto y que en proporción puede estimarse en una afectación prácticamente irreversible a los procesos naturales de estos”.

Debido a qué se estima que para el año 2050 dos tercios de la población mundial vivan en zonas urbanas, así lo plantea un estudio realizado por National Geographic, por lo que en proporción, las zonas urbanas podrán expandirse hasta en un poco más del 30% hacia terrenos naturales en este lapso de tiempo, haciendo que la fauna se la más afectada en este proceso, poniendo de ejemplo el caso de pérdidas de al menos 10% de fauna animal en zonas no urbanizadas aledañas a tramos carreteros en San Luis Potosí.

Dicho problema es ya un riesgo ecológico en aumento, esto debido a no solamente la urbanización es la responsable, sino también se encuentra el problema del tráfico ilegal de flora y fauna silvestre y qué, aunado a la reducción considerable de su hábitat está poniendo en riesgo el equilibrio ecológico de la entidad, esto sin mencionar los problemas ya documentados de exceso de contaminación tanto de aire y agua.