El pasado 24 de junio, trabajadores de la Liga Sindical Obrera Mexicana (LSOM) presentaron una queja ante el Departamento de Trabajo de Estados Unidos contra la empresa de capital chino, radicada en Villa de Reyes, Impro Industries México.
Según los denunciantes, sus derechos laborales eran gravemente vulnerados en aspectos relacionados con horarios de salida y alimentación.
La resolución de la controversia se logró tras mes y medio de investigaciones y revisiones por parte del gobierno mexicano.
Durante este periodo, se aplicaron acciones de remediación en la fábrica, que produce componentes para la industria automotriz y material para los sectores energético, médico y agrícola.
Finalmente, se resolvió el asunto con la reinstalación de un trabajador despedido, así como el pago retroactivo de su salario.
Además, la empresa adoptó una carta de neutralidad y distribuyó una guía sobre derechos laborales, enfocándose en la libertad de asociación sindical y la negociación colectiva, lo que puso fin al conflicto laboral.