Pese a la brutal incidencia de violencia de género en San Luis Potosí, del año 2017 al 2020 solo fueron presentadas 23 denuncias por el delito de Trata de Personas, 10 de las víctimas no se identificaron como hombre o mujer y fueron víctimas de explotación sexual, laboral, trabajo forzado, mendicidad forzada y delincuencia organizada, según informó el Centro de Estudios Sociales y Culturales Antonio de Montesinos, A. C.

De acuerdo con este reporte, la cifra cobra mayor sentido con relación a la escena nacional considerando que en el 85% de los casos las víctimas eran mujeres, según un informe realizado por la Auditoría Superior de la Federación.

La geolocalización de las incidencias marca particularidades de las víctimas, siendo edad, género y origen de procedencia; para la zona centro del país puede ubicarse como víctimas a jóvenes de entre 16 y 22 años, a diferencia de la zona norte del país donde suelen ser personas migrantes e indígenas.

Algunos de los factores que propician estos hechos son, y de acuerdo con la propia ASF, inequidad de acceso a oportunidades laborales, problemas señalados por diversas ONG’s nacionales e internacionales, lo cual incrementa la vulnerabilidad de mujeres y niñas, ya que esto recrea la imagen de estereotipos que hacen verlas como mercancías desechables.