La Unidad de Gestión del Centro Histórico (UGCH), en los primeros 90 días de la administración del presidente municipal Enrique Galindo Ceballos, ha puesto empeño y responsabilidad para mejorar esa zona de la ciudad, que debe fortalecerse porque ahí se concentra una creciente fuerza económica, turística y cultural, necesaria para dejar beneficios que alcanzan a toda la Capital de San Luis Potosí.

En un repaso de los trabajos, la dependencia municipal que dirige Alejandro Pérez dio a conocer que en tan solo tres meses se dio solución a distintas problemáticas recibidas a través de reportes ciudadanos, mediante la vinculación con otras dependencias municipales. En ese sentido, indicó que el 51% de los casos fue atendido por Servicios Municipales; 30% por el área de Gestión Ecológica y Manejo de Residuos; 12% Comercio y el 7% correspondió a otras áreas, entre Obras públicas, Seguridad Pública y Protección civil.

Por otro lado, explicó que en el programa “Mi Centro Histórico Siempre Limpio”, la UGCH une esfuerzos con la Dirección Ecología, la empresa Red Ambiental y la organización Nuestro Centro, para eficientar la recolección de basura en el primer cuadro de la ciudad.

Otro rubro es la “cuadrilla de respuesta inmediata” que ha llevado a cabo la reparación y limpieza de calles y banquetas, así como la reparación del emblemático reloj del Jardín Colón, que pese a su belleza de estilo colonial, casi siempre estuvo en el abandono.

Asimismo, se han retirado bases telefónicas que están fuera de servicio y se han reparado los barandales en todo el perímetro del Centro Histórico. También se ha procedido al retiro de estructuras abandonadas del comercio informal.

Aseguró que se tiene acercamiento con líderes de los mercados para organizar reubicaciones, alineación de espacios y acciones de saneamiento. En ese sentido destacó la atención de una fuga de agua en el Mercado Hidalgo que tenía más de seis años sin ser atendida.

Finalmente, explicó que entre los planes para el futuro inmediato de la UGCH se incluyen la reestructuración de la Columna de la Independencia, ubicada en el Jardín de San Juan de Dios, afectada por los movimientos telúricos; así como el tratamiento meticuloso de la fuente de la Plaza del Carmen, uno de los sitios más emblemáticos de la capital.