San Luis Potosí, S.L.P., jueves 14 de agosto de 2025.– Las prisiones potosinas rebasan por mucho su capacidad y hoy alojan a 4,152 personas privadas de la libertad, es decir, 922 más de las que deberían, de acuerdo con el Cuaderno Estadístico Penitenciario correspondiente a julio de este año. El exceso equivale a un 28.54% por encima de lo que pueden soportar sus instalaciones.
El informe, elaborado por la Dirección del Archivo Nacional de Sentenciados y Estadística Penitenciaria, revela que el estado opera con apenas cinco centros penitenciarios, diseñados para 3,230 internos. La gran mayoría de la población reclusa son hombres —3,895— mientras que las mujeres representan apenas 257 casos; la mayor parte enfrenta condenas o procesos por delitos del fuero común.
Durante julio, la dinámica fue clara: entraron más internos de los que salieron. Los penales recibieron 741 ingresos y registraron 547 egresos, lo que alimentó aún más la saturación. Este escenario ubica a San Luis Potosí entre las 13 entidades con mayor sobrepoblación penitenciaria del país, por encima de estados como Nuevo León, Aguascalientes y Guerrero.
El hacinamiento, advierten especialistas, no es solo una cifra: significa riesgos latentes de violencia, propagación de enfermedades, carencia de servicios básicos y freno a programas de reinserción social. En un entorno donde los derechos humanos ya se ven limitados, cualquier incremento en la tensión interna puede detonar crisis mayores.
A nivel nacional, la población penitenciaria ascendió en julio a 250,455 personas, de las cuales el 88% son hombres y más de la mitad cumplen sentencias por delitos del fuero común, lo que confirma un reto estructural que va más allá de las fronteras de San Luis Potosí.