Internacional, viernes 3 de octubre de 2025.– El rapero y productor musical Sean Diddy Combs fue sentenciado a cuatro años y dos meses de prisión tras ser declarado culpable del delito de transporte con fines de prostitución en perjuicio de sus exparejas Cassie Ventura y una mujer identificada bajo el seudónimo de Jane Roe.
La resolución fue dictada por el juez federal Arun Subramanian al término de un juicio que se extendió por ocho semanas en Nueva York y en el que testificaron exasistentes del artista, agentes federales y colegas de la industria musical, entre ellos Dawn Richard.
Previo a la sentencia, la defensa de Combs, encabezada por el abogado Marc Agnifilo, intentó anular los cargos o, en su defecto, obtener un nuevo juicio, solicitudes que fueron rechazadas por el juez. Durante la audiencia, los fiscales habían solicitado una pena de 11 años, mientras que la defensa alegó que el músico padece Trastorno de Estrés Postraumático y depresión, además de ser un referente para la comunidad afroamericana.
Antes de conocer su condena, el propio Combs pidió clemencia y ofreció disculpas a Cassie Ventura y se dirigió a la comunidad : “Como personas de color, podemos tener nuestros propios negocios, cuidar de nuestras comunidades, crear nuestra propia riqueza. Esa era mi misión. Me perdí. No soy esta mala persona. Pido disculpas por decepcionarlos”.
El juez Subramanian cuestionó la autenticidad del arrepentimiento del rapero y recordó que los abusos se extendieron por más de una década: “¿Por qué ocurrió durante tanto tiempo? Porque usted tenía el poder y los recursos para mantenerla”, enfatizó. No obstante, al imponer la sentencia le dejó un mensaje de aliento: “Hay una luz al final del túnel. Todas esas cartas que vi demuestran que tienes un universo de personas que te quieren. Deja que te animen ahora, como tú los has animado durante tantos años”.
Combs había sido declarado culpable el pasado 2 de julio del delito de transporte para ejercer la prostitución, tras comprobarse que facilitó traslados interestatales de sus parejas y acompañantes con fines sexuales a cambio de dinero, en violación a la Ley Mann. Aunque fue investigado por cargos más graves como tráfico sexual y asociación delictuosa, el jurado lo declaró inocente de esos delitos, lo que le permitió evitar la cadena perpetua.