La Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) demandó a Elon Musk, acusándolo de adquirir acciones de Twitter a precios bajos al no informar a tiempo que había superado el 5% de participación accionaria en la empresa en 2022. Según la SEC, esta omisión perjudicó económicamente a otros accionistas que vendieron sus títulos a precios más bajos de lo que valdrían si la información hubiera sido pública.
La denuncia presentada en Washington, DC, sostiene que Musk esperó 11 días después del plazo establecido para informar su participación, lo que llevó a un aumento del 27% en el precio de las acciones tras su divulgación. La agencia busca imponer multas y la devolución de las ganancias que habría obtenido de manera injusta.
Alex Spiro, abogado de Musk, desestimó las acusaciones calificándolas como una “campaña de acoso” por parte de la SEC. Según Spiro, el caso se centra en un error administrativo que no debería justificar sanciones severas, destacando que la agencia ha sido menos rigurosa en situaciones similares con otros individuos.
El caso también se desarrolla en un contexto político, ya que Musk se ha convertido en un asesor cercano del expresidente Donald Trump, quien ha designado a críticos de la SEC para liderar la agencia. Esto ha generado dudas sobre el futuro del caso en medio de los cambios en el liderazgo regulatorio.
La relación de Musk con la SEC ha sido conflictiva desde 2018, cuando enfrentó una demanda por fraude tras un tuit sobre Tesla. Ahora, enfrenta no solo esta nueva acusación, sino también litigios adicionales con inversionistas que lo acusan de ocultar información sobre sus adquisiciones de acciones de Twitter.