Se profundiza crisis industrial en Argentina; cierran 28 empresas por día

La salida de la empresa Whirlpool agravó la situación.

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Redacción

- martes, diciembre 2 de 2025

San Luis Potosí, S.L.P., martes 02 de diciembre de 2025.- La multinacional estadounidense Whirlpool anunció esta semana el despido de 220 trabajadores tras confirmar el cierre de su fábrica en Pilar, al norte de Buenos Aires. La planta había sido inaugurada hace apenas tres años, con una inversión de 50 millones de dólares y el objetivo de producir 300.000 lavadoras anuales de última generación. Sin embargo, la compañía aseguró que los altos costos operativos y el desplome de la competitividad hicieron inviable continuar fabricando en el país.

Whirlpool atribuyó su decisión a los mismos factores que han llevado al cierre de miles de empresas en los últimos 20 meses: caída de ventas, encarecimiento de la producción local y una apertura de importaciones que ha golpeado con fuerza al sector industrial. Según la consultora NielsenIQ, los precios de los electrodomésticos se redujeron en promedio un 20% debido al ingreso de productos importados, lo que achicó el margen de ganancia de la firma. Aunque la compañía permanecerá en Argentina, lo hará vendiendo productos importados, no fabricados localmente.

El cierre de Whirlpool se suma a una creciente lista de empresas que han reducido personal o directamente bajado la persiana. En los últimos días se anunciaron despidos en la fábrica de utensilios de cocina Essen, el cierre de una planta de la mueblera Color Living y el cese definitivo de operaciones de la productora de generadores eléctricos Cramaco, en Santa Fe.

Un informe del Centro de Economía Política Argentina, basado en datos de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, señala que en el primer año y medio de la administración de Javier Milei cerraron 17.063 empresas más de las que abrieron, lo que equivale a un saldo negativo de 236.845 puestos de trabajo y un promedio de 28 cierres por día. Los sectores más afectados han sido la construcción —paralizada tras el recorte de la obra pública— y la industria manufacturera, que aún se encuentra entre un 22% y un 9% por debajo de los niveles de 2023.

Aunque la economía mostró un repunte en la primera mitad de 2025, el deterioro del tejido industrial continúa. Los Procesos Preventivos de Crisis (PPC) alcanzaron los 143 entre enero y octubre, una cifra superior a todo 2024 y la más alta desde 2018 y 2019, cuando el país acumuló dos años de caída del PIB.

El presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Martín Rappallini, comparó la situación actual con la crisis de los años noventa y reclamó políticas estructurales que reduzcan los costos que enfrenta la producción local. Según la UIA, producir en Argentina es entre un 25% y un 30% más caro que en Brasil debido a la presión impositiva, deficiencias de infraestructura y la legislación laboral vigente.

La industria manufacturera operó en septiembre al 61,1% de su capacidad instalada, un nivel similar al registrado en 2020 en plena pandemia. En el sector textil, la situación es todavía más crítica: apenas funciona al 44,4% de su capacidad y enfrenta una competencia feroz de ropa importada, especialmente de China, impulsada por plataformas como Temu y Shein. La entidad ProTejer estima que ya se han perdido cerca de 15.000 empleos formales en el rubro.

Mientras tanto, el Gobierno apuesta a que una reforma laboral e impositiva durante la segunda mitad del mandato de Milei mejore la competitividad. Sin embargo, expertos advierten que la recuperación industrial seguirá siendo difícil si no se recupera también el poder adquisitivo de los consumidores, cuya caída ha afectado de manera directa la demanda interna y las posibilidades de venta de numerosas empresas.