San Luis Potosí, Viernes 6 de junio de 2025.- Rusia lanzó en la madrugada del viernes una serie de ataques aéreos a gran escala sobre varias zonas de Ucrania, incluyendo Kyiv, Lutsk y Ternópil. Según las autoridades ucranianas, al menos tres personas murieron y 49 resultaron heridas. Todos los fallecidos eran empleados del Servicio Estatal de Emergencias.
Los ataques, que incluyeron drones y misiles, fueron descritos por el Ministerio de Defensa ruso como una respuesta a acciones recientes del ejército ucraniano, entre ellas, la denominada “Operación Telaraña”, en la que se habría utilizado un centenar de drones para atacar bases aéreas rusas.
El portavoz de la Fuerza Aérea ucraniana indicó que durante la noche se lanzaron más de 400 drones, así como decenas de misiles, de los cuales una parte fue interceptada. Las explosiones interrumpieron el transporte ferroviario y obligaron a la población de Kyiv a refugiarse bajo tierra durante varias horas.
En Ternópil, autoridades locales reportaron que fue el ataque aéreo más grande sufrido en esa región. Se registraron daños en viviendas, escuelas y edificios gubernamentales. En Lutsk, cinco personas resultaron heridas tras el impacto de 15 drones y seis misiles.
El Ministerio de Defensa ruso, que atribuyó los bombardeos a objetivos militares ucranianos, también aseguró haber derribado más de 170 drones ucranianos durante la noche en varias zonas de Rusia y Crimea.
Hasta el momento, no ha sido posible verificar de forma independiente la magnitud de los ataques ni las cifras oficiales proporcionadas por ambas partes. Las acusaciones del gobierno ruso sobre presuntos actos terroristas por parte del gobierno ucraniano deben considerarse bajo la presunción de inocencia hasta que existan pruebas concluyentes.
Mientras tanto, las conversaciones de paz que se retomaron a principios de mes en Estambul no han dado resultados concretos. Ucrania insiste en un alto el fuego total, mientras que Rusia propuso una tregua limitada. Según medios rusos, el presidente Putin reafirmó su intención de responder con fuerza a los ataques sufridos por su país.