El poeta nicaragüense Rubén Darío dejó una huella profunda en la literatura de habla hispana, sobre todo a través de su contribución al modernismo. Su llegada a España en 1892 marcó un hito importante en la historia literaria de Hispanoamérica, pues trajo consigo un movimiento que renovó el lenguaje poético y se alejó del realismo de la época. En su obra, Darío experimentó con la musicalidad y la belleza, buscando una poesía más sensorial y emocional.
A lo largo de su carrera, Darío dejó una serie de obras fundamentales que reflejan su evolución personal y estética. Desde su primer libro Azul (1888), que marcó el inicio del modernismo, hasta Cantos de vida y esperanza (1905), donde se adentró en una reflexión más profunda sobre la vida y la muerte. A lo largo de estos trabajos, la poesía de Darío se movió entre el erotismo, la sensualidad y una creciente conciencia del paso del tiempo.

En sus escritos, Rubén Darío también reflexiona sobre las grandes inquietudes humanas, como la naturaleza del conocimiento y la felicidad. En Lo fatal , aborda la contradicción entre el deseo de saber y el sufrimiento que puede generar ese conocimiento. Con una mirada lúgubre, plantea la pregunta de si la sabiduría realmente nos acerca a la felicidad o si, por el contrario, nos aleja de ella.
El dolor, la vida y la muerte se convierten en temas recurrentes en su obra, en especial en sus últimos poemas, donde la conciencia del tiempo y la finitud humana toma un tono sombrío. Para Darío, la vida consciente trae consigo un sufrimiento inevitable, un peso que no todos los seres vivos tienen que cargar, como el árbol o la piedra, que no sienten ni se cuestionan su existencia.
Al final, la poesía de Rubén Darío no solo se trata de belleza estética, sino también de las grandes preguntas que han atormentado a la humanidad: ¿Qué buscamos realmente en la vida? ¿Somos más felices al conocer la verdad? ¿O la ignorancia nos protegería del sufrimiento? Estas inquietudes siguen resonando hoy en día, recordándonos que, en definitiva, no sabemos de dónde venimos ni adónde vamos.