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Redacción/11 de noviembre 2019.- Tras violentas protestas y ataques directos de familiares y cercanos, Evo Morales renunció a la presidencia de Bolivia y acusó que hay un golpe de Estado. Esto detonó crispación y posicionamientos políticos en toda América Latina, incluido México.
Evo Morales renunció por la tarde del domingo a la presidencia de Bolivia. En un mensaje televisado, explicó que con ello busca evitar un derramamiento de sangre en su país. Para la caída de la noche, denunciaba una orden de arresto ilegal en su contra. Y gran parte de los países tenían posturas oficiales al respecto.
En el caso de México, el canciller Marcelo Ebrard anunció que nuestro país daría asilo, si lo requiere, a Evo Morales. Y que ya ha acogido a una veintena de funcionarios en la embajada mexicana. Andrés Manuel López Obrador, por su parte, anunció que se abordaría el tema este lunes.
Sin embargo, para la caída de la tarde, la embajada de México en Bolivia incluso parecía estar en peligro, como dio a conocer el propio Ebrard Casaubón.
HISTORIA DE UNA REVUELTA POLICIAL
El 20 de octubre de 2019, se efectuó la primera vuelta de elecciones en Bolivia. Evo Morales, quien gobernaba desde 2006, iba por su cuarta reelección.
Aquella noche, Carlos Mesa, opositor a Morales en la elección, pidió a sus seguidores que vigilaran que no se produjera fraude electoral. Acusó que el tribunal electoral obedecía al interés del Movimiento al Socialismo (MAS) y de Evo Morales, quien pretendía no llegar a una segunda vuelta.
Sin embargo, esa misma noche, el Tribunal Supremo Electoral de Bolivia del Órgano Electoral Plurinacional (OEP) actualizó los datos de recuento rápido. Entonces aseguró que Morales ganó con una estrecha victoria. Y concluyó que no sería necesaria una segunda vuelta.
Carlos Mesa acusó un fraude electoral.
Las acusaciones contra Evo tenían antecedentes. Por ejemplo, el 21 de febrero de 2016 se realizó un referéndum en aquel país. El 51.3 por ciento de los participantes, se pidieron que ninguna autoridades se reeligiera de manera continua. También se pronunciaron por la segunda vuelta electoral. Así que, tras las elecciones del 20 de octubre, los grupos opositores a Morales exigieron su deposición.
Por su parte, partidos y organizaciones sociales afines al Movimiento al Socialismo, afines a Morales, se declararon en “estado de emergencia”. Y acusaron que se maquinaba un posible golpe de Estado.
La Organización de los Estados Americanos hizo un llamado al gobierno de Morales para realizar una segunda vuelta. El Tribunal Supremo Electoral de Bolivia otorgó el triunfo a Evo Morales. Por ello, el ministro boliviano de Justicia, Héctor Arce, y el ministro de Relaciones Electorales, Diego Pary, defendieron ante la OEA en Washington los resultados, que favorecían a Morales.
El 2 de noviembre, los “líderes cívicos” dieron un ultimátum a Evo: o renunciaba en las siguientes 48 horas, o paralizarían el país.
El 4 de noviembre, el Comité Pro Santa Cruz, bajo el mando de Luis Fernando Camacho, anunció la parálisis, frente a la asamblea multitudinaria en la ciudad de Santa Cruz, la mayor ciudad de Bolivia y bastión de la oposición. Estas medidas incluyeron bloqueos carreteros.
Continuaron los días. Las manifestaciones contra Evo se hicieron más virulentas. Para el sábado 9 de noviembre, varios funcionarios afines a Morales y sus familiares fueron atacados en sus casas.
Por ejemplo, el presidente de la cámara de Diputados de Bolivia, Víctor Borda, sufrió un ataque en su casa en Potosí, noche del sábado. Al día siguiente renunció. “Ojalá que sea para preservar la integridad física de mi hermano que ha sido tomado como rehén”, expresó a medios locales.
Lo mismo ocurrió con la casa de la hermana de Evo en la ciudad de Oruro fue incendiada. También las viviendas de los gobernadores de la región homónima y de Chuquisaca.
Para la mañana del domingo, varios funcionarios renunciaron. Al mismo tiempo, las Fuerzas armadas del país exigieron a Morales la renuncia. Un par de horas después, Evo Morales así lo hizo.
Pero eso no detuvo la avanzada. Ya por la tarde, por medio de su cuenta de Tw, Evo denunció que había una orden de aprehensión ilegal en su contra. Asimismo se documentó cómo la oposición vandalizó su casa.
Texto: Redacción Pie de Página