Uno de los problemas que se ha suscitado posterior al regreso de actividades presenciales es el costo de la vivienda y canasta básica para personas radicadas en otros sitios ajenos a sus ciudades natales, donde hasta el 2019-2020 se estimaban casi el centenar de alumnos solamente en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, por lo que en esta nueva normalidad uno de los problemas que enfrentarán es la reciente inflación en costos de renta, alimentación y energéticos.

Según la analista de mercados, Gloria González, desde el 2019 San Luis Potosí ha figurado dentro de las 15 ciudades más caras para la renta de la vivienda, esto de acuerdo a diversos análisis económicos nacionales, ya que rentar un departamento cerca de la facultad del hábitat puede rondar hasta los 14 mil pesos mensuales, cifra que al menos a poco más del 80% de población mayor de 18 años en calidad de foráneo les resulta casi imposible costear.

Por otro lado explicó que debido a la inflación presentada en estos meses a causa de la pandemia, los costos en alimentos básicos han presentado un incremento importante que podría afectar ahora en los bolsillos de los estudiantes, ya que una canasta básica en promedio supera los $1,500, así como gastos de luz, internet, agua y telefonía, pueden representar arriba de los $1,300, esto sin sumar traslados y materiales escolares, por lo que esto genera una reconfiguración en el modo de vida de los estudiantes, por ello el aumento de viviendas compartidas y casas comunitarias.

Explicó que si bien, este es un problema a escala global, es necesario tener en cuenta que podría ser factor negativo las causas económicas en relación a la deserción escolar, ya que es posible relacionar directamente la baja tasa de empleos en jóvenes menores de 25 años con problemas de deserción académica.