Las bebidas gaseosas sin azúcar, concebidas inicialmente para personas con diabetes, se han popularizado entre quienes buscan controlar su peso. Sin embargo, su verdadero impacto en la salud y el control de peso genera un debate constante. Si bien la reducción calórica que ofrecen es innegable, su efecto en el organismo va más allá de las calorías.
Desde una perspectiva estrictamente calórica, el endocrinólogo Bruno Geloneze señala un beneficio potencial: sustituir bebidas azucaradas por sus versiones cero reduce significativamente la ingesta calórica diaria. No obstante, enfatiza que esta sustitución, por sí sola, no garantiza una pérdida de peso efectiva y duradera; se requieren cambios integrales en la alimentación y el estilo de vida.
Estudios recientes revelan que los edulcorantes presentes en estas bebidas podrían “engañar” a los receptores de glucosa en el cerebro, según investigaciones de la Universidad de San Diego. Esta alteración en el procesamiento del sabor dulce podría desencadenar un aumento en el apetito por carbohidratos, lo que, según la nutricionista Giovanna Agostini, podría conducir a un consumo excesivo de alimentos que el cuerpo finalmente convertirá en grasa.
Además, Agostini destaca el impacto negativo de estos edulcorantes en la microbiota intestinal. Un estudio publicado en la revista Nature demuestra que estos compuestos no se digieren y alteran directamente las bacterias intestinales, lo que podría influir en el aumento de peso.
A largo plazo, el consumo de refrescos cero plantea otros riesgos. Agostini advierte sobre la presencia de ingredientes como el colorante caramelo intravenoso, asociado a ciertos tipos de cáncer, y el ácido fosfórico, que interfiere con la absorción de vitamina D, esencial para la salud ósea. La nutricionista también critica la promoción de estas bebidas por parte de “influencers” de dietas, especialmente entre jóvenes, alertando sobre los efectos acumulativos de estas sustancias. Como alternativa, se sugieren opciones más saludables como tés y aguas carbonatadas con limón, que ofrecen hidratación sin los efectos adversos de los refrescos cero.