San Luis Potosí, miércoles 19 de marzo de 2025.- En el Rancho Izaguirre, en Teuchitlán, Jalisco, un grupo de buscadores de personas reportó indicios de restos humanos que podrían estar relacionados con el crimen organizado. Aunque las autoridades descartaron inicialmente la presencia de hornos crematorios, un miembro del colectivo Guerreros Buscadores reveló detalles sobre lo que él considera estructuras utilizadas para incinerar cuerpos.
Raúl Servín, integrante del colectivo, explicó en una entrevista que tras una inspección, descubrió restos humanos quemados en la superficie del terreno. Tras excavar aproximadamente un metro de profundidad, continuaron hallando evidencias de cuerpos quemados. De acuerdo con Servín, las estructuras encontradas consisten en una capa de ladrillos construida de manera rudimentaria para incinerar a las víctimas.
Mientras la Fiscalía de Jalisco mantiene su versión de que no existen hornos, sí ha reconocido una modalidad inédita en el lugar: la calcinación de restos humanos seguida de su ocultamiento bajo losa de ladrillo y tierra, una práctica no previamente asociada con el grupo delictivo en cuestión.
A pesar de la controversia, el colectivo busca seguir investigando, mientras que la Guardia Nacional ya tenía conocimiento del predio desde septiembre de 2024.