Toño Martínez
Para los poco más de 11 millones de latinos que radican en Texas (cuatro de cada 10 habitantes, la mayoría mexicanos) el asesinato de 19 niños y dos profesoras en una escuela primaria del poblado de Uvalde es devastador, los tiene moralmente afectados porque además destapa la vulnerabilidad en que viven por sistemas laxos de prevención y seguridad particulares.
Sin embargo, la comunidad hispana, las personas que trabajan y hacen su vida solos o con sus familias, tienen “la esperanza de que este episodio sangriento contribuya a replantear por parte del Gobierno una serie de políticas de prevención, vigilancia, control a la venta de armas”, señaló el potosino Roberto Castillo Cano, quien es director del semanario La Voz, de Bowman, Texas, un vallense originario del ejido La Loma, con más de 25 años de vivir en ese condado.
En la Unión Americana la policía es rebasada por la cantidad de civiles armados; sin embargo, expuso que falló además la reacción rápida porque 15 minutos antes, tras dispararle a su abuela, Salvador Ramírez -el multihomicida- anunció en su plataforma que atacaría a un colegio, tiempo suficiente para identificar la señal y actuar, pero no lo hicieron.
“El otro problema es que este crimen colectivo, como ha sucedido en otros casos, está politizado entre demócratas y republicanos; los estadounidenses tienen mucha preocupación por la escalada de crímenes masivos por motivos raciales, venganzas, perturbaciones mentales, pero no se Reforma la Ley sobre venta de armas, cómo es posible que apenas cumpliendo 18 años le fueran vendidos dos rifles AR-15 con la mayor facilidad, eso es de revisar”, dijo.
El comunicador comparte que también depende mucho la responsabilidad familiar, comunicación padres e hijos, formación en valores y respeto, para evitar nuevas tragedias.
Censuró Castillo Cano que haya quienes estén utilizando este drama con fines políticos, como ocurrió con Beto O’ Rourke -candidato del partido demócrata a Gobernar Texas- al interrumpir una conferencia de prensa del gobernador Greg Abboutt sobre el caso, para reclamarle que no estaba haciendo nada.
“Emocionalmente me afectó mucho, aunque hay nerviosismo y pesadumbre, los connacionales en Texas están conscientes de la importancia de respetar las leyes y buscar la solidaridad y protección mutua; esa solidaridad precisamente hizo que presionaran para que las autoridades detuvieran a 14 criminales menores que amparados en su edad (ya que tienen desde 10, 12, 14 y 16 años) cometían muchos delitos al grado de asesinar a dos hombres y ya están presos en correccionales”, narró.
Finalmente, el periodista potosino indicó que, a pesar de este episodio terrible, los migrantes de esta entidad y de diversas partes del país se sienten respaldados por el sistema de leyes norteamericanas para seguir trabajando en el apoyo de sus familias.