CIUDAD DE MÉXICO, 13 de mayo de 2022.- “No puede quedar en el olvido ni en la impunidad”, clamó el activista Adrián LeBarón al recordar que hace un año asesinaron al abogado y su amigo Abel Murrieta.
“Como en aquel entonces, hoy también pido que se haga justicia”, pidió a través de su cuenta deTwitter al compartir un posicionamiento.
Al recordarlo con cariño, y solidarizarse en pedir justicia con la familia y amigos de Abel Murrieta, se reproduce el texto íntegro de la carta publicada:
A un año del asesinato de Abel Murrieta nadie ha pagado
Hace un año exactamente, me dieron la mala noticia de que habían matado a Abel Murrieta, iba caminando por las calles de Cajeme, municipio que buscaba gobernar, y no tengo duda de que hubiera hecho un gran trabajo, pero alguien llegó a dispararle.
Abel era mi abogado, sobre todo, se hizo mi amigo. Se hizo aliado de la comunidad, lo respetábamos, le teníamos una profunda confianza, y lo reitero, hizo amigos sinceros, así que tenía un lugar especial.
Abel estuvo conmigo desde las primeras batallas, era de mi primer equipo de batalla, era quien conocía las carpetas de investigación, quien nos explicaba lo que estaba pasando legalmente, y nos daba recomendaciones muy valiosas, era un experto en el tema, tanto de procuración de justicia como en saber el manejo y procesos de las instituciones.
Era muy solidario y humano, yo creo que ese espíritu social, hizo que naciera una comunión con la política de la buena, y un día nos informó que se lanzaba de candidato a alcalde, del municipio Cajeme, de donde él era.
Lo recuerdo acompañándome a las primeras audiencias sobre la masacre de mi familia, y sentado a mi lado, explicándome los alegatos y los argumentos de las partes, también tuvo la titánica tarea de leer todas las carpetas de investigación.
Abel Murrieta era sin duda la persona que más conocía acerca de la masacre. Conocía perfectamente las redes criminales de la región, así que su muerte nos dejó muchas dudas.
Cuando lo asesinaron lo primero que hice fue llamarle a su familia con quienes me puse a las órdenes, e inmediatamente alcé la voz porque quería saber la verdad y si estaba relacionado con el caso de nuestra familia, debíamos actuar en consecuencia. A un año no tenemos ninguna respuesta.
A un año tenemos muchas dudas. Porque no sé si sea falta de voluntad, pero no existe ningún detenido.
Queremos saber quiénes lo asesinaron.
Queremos saber los motivos, si tiene alguna relación con la masacre de nuestra familia. Queremos saber si fue parte de revanchismos políticos. Queremos saber que existe un camino para hacerle justicia.
Aquí sé que no hay luchas a medias y si algo peor que la propia injusticia es el miedo, la apatía y el olvido, y no voy a permitir que su caso se convierta en sólo una anécdota más de este país herido.
Voy a seguir pidiendo justicia para su caso, y es sólo devolver un poquito de todo lo que el nos dio, más allá de lo legal, nos dio esperanzas, hizo que viéramos la luz en medio de una obscuridad mezclada con dolor e ignorancia.
Si el caso de mi familia va a avanzan, sin duda el puso los primeros andamiajes.
No vamos a olvidar a Abel, al hombre, al abogado, al amigo, y con su familia, seguiremos buscando se haga justicia.
Lo extraño, y recuerdo con mucho respeto y cariño. Gracias Abel.