A partir del 19 de diciembre comenzó a correr el plazo de 180 días para que los centros de trabajo implementen la Ley Silla, una reforma a los artículos 132 y 133 de la Ley Federal del Trabajo que garantiza el derecho de los trabajadores a contar con una silla con respaldo para descansar durante su jornada laboral de ocho horas.
Alejandro Espinosa Abaroa, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), calificó la ley como “una ocurrencia de los diputados”, argumentando que quienes la promovieron no comprenden cómo funcionan los negocios. Pese a esta crítica, aseguró que la industria restaurantera ya implementa prácticas similares para permitir descansos a los empleados.
“En muchos negocios, si no es que en todos, ya se da la flexibilidad para que los trabajadores tomen descansos, incluso en áreas como cocinas y mesas, donde las jornadas suelen ser más demandantes”, afirmó.
Espinosa Abaroa también destacó que algunas empresas han ido más allá, ofreciendo áreas de esparcimiento o modalidades como el home office entre sus prestaciones. En su opinión, la ley no representa un cambio sustancial, pero considera que fue innecesaria.
“En vez de enfocarse en estas ocurrencias, los legisladores deberían trabajar en cómo hacer más productivos a los trabajadores, cómo capacitarlos y educarlos mejor. Esto no abona en nada”, concluyó.
Los centros de trabajo tienen hasta mediados de junio de 2025 para implementar las disposiciones de la Ley Silla. Durante este periodo, se espera que las autoridades laborales realicen campañas de sensibilización y supervisión para garantizar su cumplimiento.