San Luis Potosí, S.L.P., jueves 25 de diciembre de 2025.- La Navidad no siempre se vive entre posadas, reuniones familiares y casas llenas. También es una temporada ideal para bajar el ritmo, quedarse en casa a solas o en compañía y dejar que una buena película acompañe las noches decembrinas. El cine navideño, lejos de ser un género homogéneo, ofrece historias que van mucho más allá del romance edulcorado o la comedia ligera.
Desde dramas íntimos sobre vínculos rotos hasta relatos donde la Navidad se convierte en un escenario de violencia o terror, estas películas utilizan la temporada como telón de fondo para explorar conflictos, redenciones y giros inesperados. Aquí una selección de títulos que abordan la Navidad desde ángulos poco convencionales.

El diario de Noel (Charles Shyer, 2022) es una producción original de Netflix estrenada a finales de noviembre que se inscribe en el terreno del romance con tintes melancólicos. La historia sigue a Jake Turner (Justin Hartley), un escritor de éxito marcado por una infancia difícil, quien regresa a la casa de su madre tras su fallecimiento. En ese proceso conoce a Rachel (Barrett Doss), una joven traductora que busca reconstruir su propio origen tras haber sido adoptada. Lo que inicia como un encuentro fortuito se transforma en un viaje emocional que obliga a ambos personajes a confrontar pérdidas, silencios familiares y heridas que parecían cerradas, con la Navidad funcionando como marco simbólico de reconciliación.

En un registro completamente opuesto, Noche sin paz (Tommy Wirkola, 2022) propone una versión violenta y desmitificada de Santa Claus. La trama arranca cuando un grupo de mercenarios irrumpe en la mansión de una familia adinerada durante la Nochebuena. Lo que no anticipan es la presencia de un Papá Noel muy distinto al tradicional, interpretado por David Harbour, cansado, rudo y dispuesto a recurrir a la fuerza para salvar a los rehenes. La película combina acción, humor negro y una lectura irónica del mito navideño, convirtiendo a Santa en un improbable héroe de combate.

Operación regalo (Sarah Smith, 2011) apuesta por la animación y la comedia para replantear uno de los grandes enigmas de la Navidad: cómo Papá Noel logra repartir regalos a todo el mundo en una sola noche. La historia se centra en Arthur, el hijo menor de Santa, torpe pero entusiasta, quien se embarca en una misión contrarreloj para entregar un obsequio olvidado. Lejos del trineo tradicional, la película imagina un sistema ultratecnológico operado por duendes con disciplina casi militar, mezclando sátira, aventura y una visión moderna del mito navideño.

Para quienes prefieren un tono más oscuro, Krampus (Michael Dougherty, 2015) ofrece una Navidad atravesada por el horror folclórico. La cinta presenta a una familia fracturada por tensiones internas que, sin saberlo, despierta a Krampus, una entidad demoníaca del folclore alpino asociada al castigo de quienes pierden el espíritu navideño. A partir de la desilusión de Max, un niño cansado de los conflictos familiares, la película despliega un asedio sobrenatural en medio de una tormenta de nieve, donde juguetes siniestros y criaturas macabras reemplazan la calidez típica de la temporada.

Finalmente, Jack Frost (Troy Miller, 1998) ocupa un lugar peculiar dentro del cine navideño. Michael Keaton interpreta a un músico ausente que muere inesperadamente y regresa, un año después, bajo la forma de un muñeco de nieve animado. Gracias a un objeto mágico y al deseo inconcluso de su hijo, el personaje obtiene una última oportunidad para reparar su relación familiar. Aunque su premisa roza lo absurdo, la película construye un relato sobre la pérdida, la culpa y el tiempo que no vuelve, envuelto en una comedia tan extraña como emotiva.
Una muestra de que, incluso en Navidad, el cine puede ser tan diverso como los estados de ánimo que acompañan estas fechas.