MORELIA, Mich., 23 de abril de 2022.- En medio del éxodo que experimentan los inmigrantes haitianos por las condiciones políticas que imperan en su país, el hambre, el cansancio y la falta de certeza jurídica en su paso por México, criminales se aprovechan de su cruce por Michoacán para robarlos y hasta intentar una forma de esclavizarlos.
Cada día es más común ver a inmigrantes centroamericanos, sudamericanos y del Caribe a lo largo de las vías del tren en la ciudad de Morelia, en los municipios vecinos, en los cruceros en Pátzcuaro, en los semáforos en Uruapan y otros puntos de la entidad como Lázaro Cárdenas, ya sea vendiendo dulces o con sus hijos en brazos pidiendo una moneda.
Es la nueva tendencia en Michoacán, que poco a poco se ha convertido en un Estado de tránsito para quienes buscan llegar a la frontera para obtener el refugio en Estados Unidos, es el caso de guatemaltecos, beliceños y haitianos, en particular estos últimos son cada vez más.
La cantidad estimada de migrantes que han cruzado por Michoacán en los últimos siete meses, declaró Brenda Fraga, secretaria del Migrante en el Estado.
“Son alrededor de 2 mil 300 hombres, mujeres, niños, niñas y adolescentes, de septiembre a la fecha, esto es porque nos estamos volviendo un estado de tránsito, los migrantes no tienen la intención de quedarse aquí. Están buscando reunir dinero para su boleto de autobús y avión para llegar a su destino”, dijo.
Sin embargo, su paso por Michoacán no ha sido sencillo.
El Estado con más migrantes del país, 4. 5 millones viviendo solo en Estados Unidos, que depende económicamente de las remesas, se podría tornar agresivo para quienes eligen esta ruta para llegar a la frontera.
Casos documentados por la Secretaría del Migrante reportan que “han sufrido fraude y también los ponen a trabajar, pero les quitan parte de su salario”, agregó la titular de la dependencia, es decir, no solo los han defraudado, sino que han tenido que sufrir una forma de esclavización moderna y explotación.
Los inmigrantes han tenido que aprender a integrarse al mercado laboral informal que hay en México y la entidad, con actividades donde se les pagan poco y ofreciendo su fuerza de trabajo en los tianguis, comercios y negocios donde no les pidan documentación sobre su situación migratoria, actividades que les permiten pagar la renta de cuartos donde pasan la noche.
Aunado a la falta de certeza financiera, sufren y resisten el embate de la discriminación por su color de piel.
“Se tuvo el caso de una persona que ya había comprado su boleto, pero que no lo querían dejar subir por su aspecto físico, argumentando los de la línea de autobuses que parecía criminal”, añadió la funcionaria estatal.
Finalmente lo dejaron abordar y seguir su camino, no sin la advertencia de que lo bajaran al llegar a Guadalajara, amenaza que lo llevó a perder su dinero por el boleto que ya había pagado.
Esta situación se repitió poco después, pero en el Aeropuerto Internacional de Morelia. En este lugar la aerolínea donde compró su boleto para salir al Norte del país no le permitió permanecer en la sala de espera por su aspecto físico.
El principal destino de los haitianos que cruzan por Michoacán son Monterrey, Tijuana y Mexicali, mientras llegan a su destino, aceptan lo poco o mucho que pueden ofrecerle las autoridades federales y también las michoacanas, sin embargo, no es suficiente, porque la dependencia local no cuenta con refugios propios ni traductores, porque legalmente no está facultada para atender a este sector de la población.