San Luis Potosí, S.L.P., lunes 28 de julio de 2025.- San Luis Potosí se ubica entre los diez estados con mayores remuneraciones promedio del país, de acuerdo con el Censo Económico 2024 publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) el pasado 25 de julio. Aunque los datos reflejan un entorno laboral relativamente sólido, también invitan a una lectura cuidadosa del panorama económico de la entidad.
Con un salario mensual promedio de 14 mil 469 pesos, equivalente a 591.80 pesos diarios, San Luis Potosí ocupa la octava posición a nivel nacional, por encima de entidades como Sonora, Coahuila y Jalisco. Esta cifra supera al promedio nacional de 14 mil 163 pesos, lo que indica un desempeño laboral competitivo, aunque aún lejano de las entidades que encabezan el ranking, como Ciudad de México (724.6 pesos diarios), Baja California (666.7) y Nuevo León (639.7).
El comportamiento del salario en la entidad está estrechamente vinculado a la evolución de sectores como la manufactura, los servicios y el comercio, que han tenido un peso considerable en la configuración del empleo potosino. Asimismo, el Censo destaca que San Luis Potosí figura entre los diez estados con mayor porcentaje de trabajadores y trabajadoras que recibieron algún tipo de capacitación en sus centros de trabajo durante 2023, un factor que, si bien positivo, requiere continuidad y profundidad para tener un impacto sostenido en la calidad del empleo.
El informe también ubica al estado en la posición número 15 en relación con la formalidad de sus unidades económicas, un indicador que muestra cierta mejora, aunque todavía distante de los primeros lugares. Si bien hay una tendencia hacia la formalización, el avance es moderado y refleja que una parte importante de la economía local continúa enfrentando los desafíos propios del empleo informal.
En cuanto al dinamismo empresarial, el crecimiento en el número de unidades económicas fue de 3.0 por ciento entre 2018 y 2023. Para 2024, se registraron 169 mil 278 establecimientos activos, que empleaban a 838 mil 792 personas. De estos, 5 mil 793 iniciaron operaciones ese mismo año, lo que apunta a una renovación constante del tejido productivo. La mayoría de estas unidades se concentran en el sector privado y paraestatal, con 114 mil 610 registros, frente a 6 mil 28 en el sector público y asociaciones religiosas, y 42 mil 847 en zonas rurales.