La Unión de Campesinos y Emigrantes Mexicanos (UCEM), una organización civil sin fines de lucro, ha denunciado el grave peligro que enfrentan los migrantes durante su traslado desde Estados Unidos hasta Guanajuato. En particular, señala como focos rojos los límites de Zacatecas con San Luis Potosí y de San Luis Potosí con Guanajuato, donde, además de la falta de seguridad, se registran extorsiones, robos y hasta secuestros.
Aarón Cabañas Marcial, líder de la organización en Guanajuato, alertó que, en 2023, se recibieron reportes de 35 migrantes secuestrados y abandonados en zonas desérticas de San Luis Potosí, en los límites territoriales con Guanajuato. En esas áreas, indicó, se han registrado robos de vehículos. “Al entrar a San Luis Potosí, toda el área desértica presenta problemas. Han quitado vehículos, y lo mismo sucede al ingresar a Guanajuato por San Felipe”, afirmó.
A pesar de los esfuerzos realizados por la federación y los gobiernos estatales, la situación sigue siendo preocupante. Por ello, los migrantes que regresan a sus lugares de origen han optado por organizarse en caravanas, con el fin de reducir los riesgos y mitigar la ola de robos contra los mexicanos que intentan regresar a su país.