San Luis Potosí, miércoles 14 de mayo de 2025.- Lyle y Erik Menéndez, condenados a prisión perpetua sin derecho a libertad condicional por el asesinato de sus padres, recibieron este martes una modificación en su sentencia, lo que les abre la posibilidad de pedir libertad condicional. Esta decisión fue tomada por el juez Michael Jesic en Los Ángeles, quien alteró la sentencia original a una de “50 años a toda la vida”, lo que les permitiría solicitar su liberación ante una junta.
Durante la audiencia, los hermanos, que se encuentran encarcelados en San Diego, se dirigieron al tribunal a través de videollamada. Ambos asumieron la responsabilidad de sus acciones, con Lyle declarando: “Maté a mi mamá y a mi papá. No tengo excusas”, y Erik reconociendo que disparó a sus padres y mintió a la policía.
Varios miembros de la familia Menéndez apoyaron su liberación, argumentando que los hombres que están frente al tribunal no son los mismos que cometieron el crimen hace 35 años. Anamaria Baralt, prima de los hermanos, afirmó que la familia les ha perdonado y que “merecen una segunda oportunidad”.
El caso, que causó gran conmoción en Estados Unidos, ha sido objeto de controversia desde su inicio. Aunque los hermanos afirmaron que cometieron el asesinato debido al abuso psicológico y sexual que sufrieron, la Fiscalía argumentó que el crimen fue premeditado por la codicia. A pesar de la defensa, los hermanos fueron condenados a cadena perpetua.
El fiscal Nathan Hochman se opone a la liberación, argumentando que los hermanos no han mostrado remordimiento y que no existen elementos legales que justifiquen una revisión de su sentencia.