La década de los 80 marcó un antes y un después en el mundo de los juguetes. Cada película, caricatura o serie infantil tenía su propia línea de productos, conquistando a los niños con figuras, vehículos y accesorios que no podían faltar en las cartas a Santa y los Reyes Magos. Fue una época en la que los juguetes no solo eran diversión, sino también símbolos de una era marcada por la globalización y la diversidad cultural.
Uno de los grandes éxitos de la época fueron las Cabbage Patch Kids, unas tiernas muñecas creadas por Martha Nelson Thomas que se convirtieron en un fenómeno mundial. Junto a ellas, los Pitufos, nacidos de una historieta belga en 1958, alcanzaron su auge en los 80 gracias a su serie animada, dando pie a una línea de juguetes que acompañaron las aventuras de niños en todo el mundo.
Los juegos electrónicos también revolucionaron la década. Simón y Fabuloso Fred desafiaban la memoria y la concentración de los pequeños con luces y sonidos avanzados para su tiempo. Al mismo tiempo, clásicos como Twister seguían vigentes, entreteniendo a niños y adultos con su dinámica divertida y física.
No podemos olvidar a Barbie, la muñeca que desde su lanzamiento en 1959 fue adaptándose a las modas y tendencias. En los 80, Barbie no solo era un juguete, sino un símbolo de creatividad y estilo. Su popularidad era tal que prácticamente todas las niñas de la época tenían una en su colección.
Hoy, estos juguetes no solo son recuerdos de la infancia, sino verdaderos tesoros para coleccionistas. En buen estado, muchos de ellos pueden llegar a valer miles de pesos. Más allá de su valor económico, nos conectan con una época donde la imaginación era el principal motor de los juegos. ¿Cuáles de estos tesoros fueron parte de tu infancia?