San Luis Potosí, S.L.P., martes 9 de diciembre de 2025.– San Luis Potosí registró en 2024 uno de los incrementos más altos del país en el valor de producción de la industria de la construcción; sin embargo, los indicadores laborales muestran un retroceso que contrasta con el repunte económico. Así lo revela la Encuesta Anual de Empresas Constructoras (EAEC) 2024 del INEGI, donde el estado aparece con avances importantes en producción, pero con caídas en empleo, horas trabajadas y participación nacional.

De acuerdo con el informe, el valor de producción generado por las empresas constructoras potosinas pasó de 8,546 millones de pesos en 2023 a 11,982 millones en 2024, un aumento de 40.2 por ciento, cifra que supera a entidades industriales como Nuevo León o Guanajuato. Pese a ello, el número de personas ocupadas disminuyó: de 9,869 en 2023 a 9,497 en 2024, afectando tanto a hombres como a mujeres.

Las horas trabajadas también cayeron. En el caso de los hombres, se redujeron de 22 millones a 19 millones; mientras que en las mujeres bajaron de 5 millones a 4 millones en el mismo periodo. Esta disminución provocó que la participación del estado dentro del total nacional se redujera, particularmente en la fuerza laboral femenina, que pasó de 2.1 a 1.6 por ciento.

Las remuneraciones muestran un comportamiento similar. Aunque aumentaron en términos absolutos, San Luis Potosí perdió peso dentro del conjunto nacional. Los pagos a mujeres sumaron 489 millones de pesos y a hombres 1,368 millones, pero ambos indicadores mantienen al estado lejos de las entidades con mayor dinamismo salarial y sin mejora proporcional al aumento de producción.

El documento también reporta que los ingresos totales del sector crecieron más de 10 por ciento en un año, al pasar de 13,670 a 15,092 millones de pesos. No obstante, este crecimiento no se reflejó en una recuperación del empleo ni en mejores condiciones laborales para quienes participan en la industria.

Este comportamiento puede responder a procesos de automatización, subcontratación o concentración de obra en grandes compañías, lo que genera mayor producción, pero requiere menos personal. En contraste, otros estados del Bajío, como Querétaro y Guanajuato, lograron mejorar tanto en producción como en ocupación; la expansión económica del sector construcción no se está traduciendo en beneficios directos para la fuerza laboral.