La fundación Rino Q que brinda un servicio de fisioterapia y gestión de servicios médicos, cuenta con una lista de 300 pacientes, con seguimiento desde 2011, de acuerdo con la Coordinadora del Área de secuelas Adriana Hernández quien en conjunto con Aranza de los Santos, Coordinadora del Área de Fisioterapia de la fundación, explicaron que una de las principales causas en accidentes en niños son las quemaduras de casa, en la cocina y en el baño, con un índice de 80% en niños de tres años y menores.
En menor medida, niños mayores llegan por el uso de pirotecnia y por la curiosidad que les causa el fuego y los más grandes normalmente es por contacto directo con fuego se estima que hasta el 30 por ciento de los niños no pueden continuar o acceder al apoyo, principalmente por temas administrativos, como que los menores no estén registrados o incluso no cuenten con un acta de nacimiento y casos donde los padres no dan el consentimiento.
“Si se abandona el tratamiento muchas veces ya no es posible tratar con fisioterapia, implica una cirugía de liberación que es la más común, que separa la piel e injertan piel nueva y tienen que volver a empezar el tratamiento”.
El proceso de recuperación de un paciente con quemaduras es muy largo, tienen registros de niños con años en tratamiento, debido a que es una secuela permanente y a pesar de que los hospitales Shriners, solo atienden a personas de 18 años o menores, hay excepciones y comentó de un joven a quien atendieron hasta los 25 años y tuvo más de 50 cirugías.
Sin embargo, debido a la pandemia los hospitales restringieron mucho la atención, “las citas se cancelaban, los niños con cirugías programadas tenían que esperar y les afectó mucho porque en estos dos años les pudieron realizar hasta 3 cirugías, que no se realizaron por lo mismo de pandemia”.
Explicó que tienen convenios con dos hospitales Shriners, que se especializan en pacientes con quemaduras, así como en cirugía plásticas y pediátricas, ubicado en la ciudad de México y en Galveston, Texas en Estados Unidos.
