El confinamiento durante la pandemia y otros trastornos alimenticios, dejaron un sobrepeso de al menos cuatro kilos entre población potosina; de acuerdo con la Secretaría de Salud, dos de cada cinco casos detectados como Trastorno Compulsivo Alimentario lo han padecido jóvenes de entre 10 y 19 años.

Especialistas en nutrición señalan que puede ser derivado de los cánones estéticos impuestos mediante redes sociales.

Sin embargo, se ha podido comprobar una baja porcentual de la prevalencia en casos de anorexia y bulimia, con base en las cifras presentadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía la prevalencia de estos casos es de .84% por cada 100 mil habitantes.

“La población femenina resulta más afectada debido a la presión social relacionada con el aspecto físico”, señala la nutrióloga clínica Valeria Romero.

Señaló que no es posible tener una cifra exacta pero se puede registrar un aumento relativo en casos hasta de 10 por ciento sobre trastornos alimenticios de dos tipos: aquellos que presentan una compulsión por comer y aquellos que son casos opuestos llegando a desarrollar bulimia y anorexia.

“Esto podría ser de alto impacto en la vida de los habitantes, es importante acudir con un especialista en nutrición y la primera opción es tratamiento para la salud mental”, señaló.