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AFP.-La futura presidenta interina de Bolivia anunció este lunes la próxima convocatoria de una elección presidencial, a medida que el país intenta llenar el vacío de poder dejado tras la dimisión de Evo Morales, a quien México le concedió asilo político.
La crisis desatada por la renuncia de Morales, corolario de tres semanas de violentas protestas por las cuestionadas elecciones en las que el primer mandatario indígena del país buscaba un cuarto mandato, será debatida por la Organización de los Estados Americanos (OEA) en una reunión especial el martes, anunció el organismo.
“Vamos a llamar a elecciones con personalidades probas, que ellos sean los que lleven un proceso electoral que refleje lo que quieren y el sentimiento de todos los bolivianos”, dijo a la prensa Jeanine Añez, la segunda vicepresidenta del Senado, a quien corresponde la presidencia interina tras la dimisión de todos los que la precedían en la línea de sucesión a Morales.
“Tenemos ya un calendario. Creo que la población grita por que el 22 de enero tengamos ya un presidente electo”, añadió, evocando la fecha prevista, antes de la crisis, para la toma de funciones del próximo presidente de Bolivia.
La secretaría general de la OEA rechazó el lunes “cualquier salida inconstitucional” y reclamó al Poder Legislativo reunirse “en forma urgente” de cara a la organización de nuevos comicios tras los realizados el 20 de octubre, impugnados por la oposición y por el organismo regional.
El Senado de 36 curules, donde los seguidores de Morales son aún mayoría con 25 bancas, debe sesionar el martes para ratificar las renuncias y nombrar al presidente interino de Bolivia.
El exmandatario aymara de 60 años se encontraba refugiado en la región cocalera del Chapare, en el centro del país, desde su sorpresiva dimisión el domingo en televisión, horas después de convocar a nuevas elecciones ante las irregularidades electorales “graves” denunciadas por los observadores de la OEA.
Pero en una carta enviada al Congreso este lunes, Morales dijo que la suya fue una “renuncia obligada (…) producto de un golpe de Estado político, cívico y policial”.
México le concedió asilo político a Morales, según anunció el canciller Marcelo Ebrard, que indicó también que “20 personalidades del ejecutivo y legislativo de Bolivia” se habían refugiado en la embajada mexicana de La Paz.
– Bolivia a debate en la OEA –
En La Paz hubo menos bloqueos en las calles el lunes que en días precedentes, pero también escaso servicio de transporte público. La red de teleféricos quedó paralizada, lo que obligó a miles de trabajadores a caminar largas distancias para llegar a sus trabajos.
Muchos comercios permanecieron cerrados por temor a los saqueos que se desataron la noche del domingo en algunos barrios de la zona sur de La Paz y en la vecina ciudad de El Alto.
En la tarde, una columna de centenares de partidarios Morales, avanzaba hacia La Paz desde la vecina ciudad de El Alto, en momentos en que el expresidente Carlos Mesa, segundo en los comicios del 20 de octubre, denunciaba un inminente ataque a su casa.
Morales dimitió presionado por los militares, la policía y por la oposición, que le exigieron dejar el puesto que ocupaba desde 2006 con el fin de pacificar al país renunciando al cuarto mandato al que aspiraba tras sucesivas reformas constitucionales y un referéndum adverso.
Su renuncia provocó explosiones de júbilo pero también violencia en La Paz y otros puntos. El desenlace fue denunciado como un “golpe de Estado” por gobiernos de izquierda de América Latina, entre ellos México, Cuba, Argentina, Venezuela y Uruguay.
El gobierno ruso, también aliado de Morales, dijo que las acciones violentas de la oposición forzaron su salida, mientras que la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini y el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, llamaron a la “moderación”, la “responsabilidad” y a nuevas elecciones.
Países como Colombia o Perú también reclamaron una transición pacífica y nuevas elecciones.
La OEA discutirá la crisis boliviana en una sesión extraordinaria del Consejo Permanente, el martes a las 15H00 (20H00 GMT) en la sede de la organización en Washington.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, destacó el lunes la renuncia de Morales como un “momento significativo” para la democracia en la región, que envía “una fuerte señal” a los gobiernos “ilegítimos” de Nicaragua y Venezuela.
Trump elogió el papel de los militares de Bolivia en la salida de la presidencia de Morales, una partida que “preserva la democracia y allana el camino para que el pueblo boliviano haga oír su voz”.
AFP / RONALDO SCHEMIDT
Bloqueos de calles en los alrededores de la principal plaza de La Paz, el 11 de de noviembre de 2019
– Debate por la sucesión –
En Bolivia, en ausencia del presidente la Constitución establece que la sucesión recae primero en el vicepresidente, luego en el titular del Senado y después en el jefe de la Cámara de Diputados, pero todos ellos renunciaron con Morales.
Además de los funcionarios recibidos por México, el exministro de gobierno de Bolivia Carlos Romero, la ex ministra de Planificación Mariana Prado y un tercer exfuncionario de menor rango se encuentran bajo protección de Argentina, en su embajada en La Paz, aseguraron a la AFP fuentes diplomáticas argentinas.
Morales, forjado políticamente como sindicalista cocalero, dejó el poder defendiendo un legado que, según él, trajo progreso económico y social a una de las tres naciones más pobres de América Latina.
“Estamos dejando a Bolivia con muchas conquistas sociales”, dijo en su mensaje de renuncia.
Tras la renuncia de Morales, la policía detuvo a la presidenta del Tribunal Supremo Electoral (TSE), María Eugenia Choque, y a otros responsables de ese órgano por orden de la Fiscalía, que investiga irregularidades cometidas en las elecciones.