Washington, DC., jueves 13 de noviembre de 2025.- El gobierno de Estados Unidos considerará la obesidad y la responsabilidad de cuidar a hijos o dependientes con necesidades especiales como nuevos criterios para negar visas de inmigrante, en una medida impulsada por el presidente Donald Trump para restringir aún más la entrada de extranjeros al país.
De acuerdo con un memorándum enviado a principios de mes, el secretario de Estado, Marco Rubio, instruyó a las embajadas estadounidenses a tomar en cuenta condiciones como la obesidad al evaluar solicitudes de residencia permanente, bajo el argumento de que quienes viven con esta condición podrían requerir “atención costosa y prolongada”.
El documento, reportado inicialmente por KFF Health News y confirmado por una fuente consultada por AFP, también pide analizar si el solicitante tiene a su cargo personas con “discapacidades, afecciones médicas crónicas u otras necesidades especiales” que podrían impedirle trabajar y, por tanto, convertirlo en una potencial carga para el sistema público.
Las nuevas directrices aplicarán únicamente a quienes buscan inmigrar a Estados Unidos, no a visitantes temporales.
Estados Unidos ya figura entre los países con mayores tasas de obesidad en el mundo: alrededor del 40 % de su población la padece, con promedios más altos en estados donde Trump obtuvo mayor respaldo electoral.
Aunque la noción de evitar admitir a personas que pudieran convertirse en una “carga pública” existe desde hace años en la política migratoria estadounidense, el actual gobierno ha mostrado especial insistencia en endurecer los criterios de admisión como parte de su campaña contra la migración.
“No es ningún secreto que el gobierno de Trump prioriza los intereses del pueblo estadounidense”, afirmó Tommy Pigott, portavoz del Departamento de Estado, al justificar las nuevas políticas. “Esto incluye garantizar que nuestro sistema de inmigración no sea una carga para el contribuyente”.
Además de estas medidas, el memorándum revela que Rubio ha buscado cancelar visas de personas consideradas contrarias a la política exterior de Estados Unidos, incluso por declaraciones relacionadas con Israel, ampliando así el alcance de las restricciones migratorias de la administración Trump.