San Luis Potosí, sábado 22 de marzo de 2025.- Un nuevo conflicto ha surgido entre Francia y Estados Unidos, después de que Raphaël Glucksmann, miembro del Parlamento Europeo, solicitara la devolución de la Estatua de la Libertad a su país de origen. Glucksmann argumentó que los estadounidenses ya no eran dignos de este monumento, símbolo de la amistad entre ambas naciones, aludiendo a las recientes decisiones políticas del gobierno de Donald Trump.

La Casa Blanca rechazó esta solicitud, al instante a Francia a estar agradecida por el apoyo estadounidense durante las guerras mundiales, y mantuvo que la estatua pertenece a Estados Unidos, de acuerdo con las normativas de la Unesco. Esta última, que tiene la estatua en su lista de Patrimonios Mundiales, confirma que el monumento está bajo la jurisdicción de EE.UU. UU.

La historia de la estatua comenzó como un regalo de Francia para celebrar el centenario de la independencia estadounidense, pero después de varios obstáculos, incluyendo la guerra franco-prusiana y las dificultades económicas, fue finalmente inaugurada en 1886. Aunque fue un gesto de amistad, hoy se debate sobre su pertenencia y la relación de la estatua con las decisiones políticas actuales.

El presidente francés, Emmanuel Macron, se mantiene alejado del tema, enfocándose en moderar las diferencias políticas con Estados Unidos. Sin embargo, su primer ministro y el partido de Glucksmann se han mostrado críticos con la administración Trump.

La polémica sobre la estatua ha puesto de aliviar las tensiones actuales entre ambos países, mientras la Casa Blanca responde firmemente que la Estatua de la Libertad permanecerá en suelo estadounidense.