Sin pago de horas extra por productividad, con bajos salarios, violencia y jornadas poco sanas, es como el 85 por ciento de la clase trabajadora en México enfrenta el entorno laboral, convirtiéndose en uno de los países con las peores condiciones según la más reciente evaluación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Con base en las cifras de este organismo internacional, puede considerarse que en México ha sido normalizado el exceso de trabajo; de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi) en nuestro país se labora más de 48 horas semanales, en muchas ocasiones sin pago por horas extras y superando con esto el límite legal establecido en la Ley Federal del Trabajo.
El promedio de horas laboradas al año es de dos mil 124 horas, superando la media internacional de mil 687 horas; la psicóloga laboral en San Luis Potosí, Adriana Hernández, consigna que son estadísticas negativas ante Organización Internacional del Trabajo (OIT), donde afirman que una jornada menor a 48 horas semanales contribuye a una mayor productividad, protección de la salud física y mental de los empleados.
“Parece que fue malinterpretado el esquema de home office como disposición total al campo laboral desde 2019, hay un estudio de la facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de México (UNAM) que precisa un entorno laboral mal distribuido, estilos de liderazgo negativo, violencia laboral, jornadas poco sanas y estrés”, comentó la especialista.
A un año del regreso relativo a la normalidad laboral, en el país aumentaron hasta 50 por ciento los problemas mentales como ansiedad, Síndrome de Burnout y depresión.