En la calle Zaragoza, esquina con Mariano Abasolo, en el Centro Histórico de San Luis Potosí, se encuentra una casa marcada con el número 520. Según los mitos urbanos de la capital potosina, esta propiedad, en la que nadie habita, está embrujada.
Conocida como La Casa de los Exorcismos, se dice que originalmente fue un convento de monjas, que con el tiempo se transformó en una vivienda particular. Sin embargo, los inquilinos que llegaron a ocuparla se marcharon sin explicar las razones de su abandono, lo que avivó los rumores sobre eventos extraños en su interior.
Algunas versiones indican que en la casa se llevó a cabo un exorcismo, lo que llevó a la gente a referirse a ella como “La Casa de los Exorcismos”. Otras leyendas sugieren que en su interior se realizaban actos satánicos.
Numerosas personas afirman haber escuchado ruidos o visto figuras dentro de la casa, aunque permanece vacía, lo que hace que tales experiencias resulten desconcertantes. Ante los rumores, los ciudadanos decidieron llamar a un sacerdote para que bendijera la propiedad que había generado tanto temor. Sin embargo, los esfuerzos fueron en vano; se decía que ya era demasiado tarde, ya que el exorcismo que supuestamente ocurrió la había maldecido para siempre.
Por ello, la propiedad fue cerrada con extrema seguridad, instalando barrotes, candados y protecciones religiosas. Al pasar por el lugar, al acercarse a las ventanas, se pueden observar diversas imágenes religiosas, como la Virgen de Guadalupe, así como oraciones y crucifijos.
Además, hay símbolos como pentagramas, que se dice que están destinados a detener a los malos espíritus que habitan en la casa. Se tomaron estas medidas para evitar que lo que sea que exista en su interior pueda salir jamás.
Para algunas personas, todo esto son solo leyendas, ya que no han visto ni oído nada proveniente del interior de la propiedad. Lo cierto es que la casa sigue causando miedo y curiosidad entre aquellos que escuchan las historias sobre La Casa de los Exorcismos.