San Luis Potosí, S.L.P., jueves 26 de junio de 2025.- La industria de la construcción en San Luis Potosí enfrenta una de sus peores caídas en años. En abril de 2025, el valor de producción de las empresas constructoras cayó 30.2 por ciento en comparación con el mismo mes de 2024, lo que consolida un ciclo prolongado de contracción en el sector. Así lo revela la más reciente actualización de la Encuesta Nacional de Empresas Constructoras (ENEC) del INEGI.
Esta tendencia a la baja coloca a San Luis Potosí como el estado con peor desempeño entre los principales polos industriales del Bajío y norte del país, rezagado frente a entidades vecinas como Guanajuato (35.0 por ciento), Aguascalientes (23.3 por ciento) y Nuevo León (15.0 por ciento).
En contraste, el índice de valor de producción en el estado se ubicó en apenas 46.3 puntos, tomando como base el año 2018, mientras que en Jalisco alcanzó los 95.5 puntos y en Nuevo León los 132.9. Esto revela un menor dinamismo económico en comparación regional, en un sector que históricamente ha sido uno de los motores de crecimiento estatal.
El deterioro no se limita al valor de producción. El personal ocupado en el sector descendió 1.5 por ciento anual hasta marzo, con un total de 8 mil 723 personas empleadas. Aunque la variación parece modesta, se agrava al considerar que las horas trabajadas cayeron 3.4 por ciento y que las remuneraciones medias reales se desplomaron 24 por ciento, también en comparación interanual.
Estos retrocesos reflejan una desaceleración integral del sector que ya comienza a impactar el empleo, los ingresos laborales y, por extensión, otras ramas de la economía como el transporte, la industria de materiales y los servicios profesionales.
Analistas del sector señalan que la baja actividad constructiva en el estado podría estar relacionada con una combinación de factores: falta de nuevos proyectos de obra pública, recortes presupuestales, baja inversión privada en infraestructura y los ciclos propios de la industria.
La situación contrasta con el dinamismo observado en otras regiones del Bajío y norte del país, donde el impulso a parques industriales, desarrollos urbanos y obras de infraestructura ha mantenido al alza la demanda de servicios de construcción.
A nivel nacional, los datos tampoco son alentadores. En abril de 2025, el valor de producción del sector construcción cayó 14.4 por ciento anual, mientras que el personal ocupado bajó 8.6 por ciento y las horas trabajadas descendieron 11.8 por ciento, según cifras desestacionalizadas del INEGI.
La construcción es considerada un sector estratégico por su efecto multiplicador en la economía. Su retroceso representa no solo un desafío para las empresas constructoras, sino también para el gobierno estatal, que deberá buscar medidas para reactivar el sector.