El misterio detrás del bostezo y su contagioso efecto

Bostezar no solo es una señal de cansancio, sino una herramienta natural para reactivarnos.

Por

Emmanuel García

- miércoles, diciembre 25 de 2024

El bostezo, al igual que el parpadeo o el estornudo, es un reflejo que no podemos controlar. Nuestro cerebro lo provoca cuando necesitamos un descanso o nos sentimos aburridos, ansiosos o hambrientos. Además, este fenómeno no es exclusivo de los humanos; todos los vertebrados bostezan, lo que lo convierte en un mecanismo universal para regular el organismo.

Los estudios más recientes, como la teoría del enfriamiento cerebral propuesta en 2007, añaden una nueva perspectiva al bostezo. Según los científicos Gary Hack y Andrew Gallup, el movimiento de la mandíbula al bostezar permite que el aire enfríe el cerebro, ayudándolo a operar de manera más eficiente. Este descubrimiento abre posibilidades para tratar problemas como la epilepsia y el insomnio.