El mariachi es uno de los emblemas más reconocidos de la música tradicional mexicana, celebrando su historia y trascendencia cada 21 de enero en el Día Internacional del Mariachi.
La UNESCO lo reconoce como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por ser un vehículo de transmisión de valores, historia y diversidad lingüística en México. Con sus violines, guitarrón, vihuela, trompetas y guitarras, el mariachi conecta a las personas con sus raíces y tradiciones, tanto en México como más allá de sus fronteras.
Aunque Jalisco es considerado la cuna del mariachi, su influencia se extiende a estados como Michoacán, Zacatecas y Colima, y su música se disfruta en serenatas, celebraciones y hasta en conciertos internacionales. Países como Japón, Francia y Estados Unidos han adoptado este género, formando grupos locales que interpretan este icónico estilo.
La vestimenta del mariachi, inspirada en los campesinos con influencias españolas, se consolidó como símbolo en la cultura popular desde 1936 gracias al cine mexicano. El traje incluye sombreros amplios, chaquetas bordadas y pantalones con adornos metálicos, reforzando la imagen que acompaña a este género musical.
Más allá de su sonido tradicional, el mariachi ha evolucionado con arreglos sinfónicos y fusiones musicales que mantienen viva su esencia. Es, sin duda, una expresión artística que representa la identidad mexicana en el escenario global.