San Luis Potosí, Viernes 23 de mayo de 2025.- La jefatura de Gobierno de Clara Brugada enfrenta un complejo escenario de seguridad en la capital del país, en medio de operativos que han llevado a la captura de líderes y operadores de células criminales. El asesinato reciente de dos funcionarios cercanos a la mandataria puso el foco en una estrategia centrada en desarticular estructuras delictivas activas en distintos puntos de la ciudad.
Desde octubre de 2024 hasta abril de este año, más de tres mil personas han sido detenidas por delitos de alto impacto, entre ellas 355 presuntos integrantes de organizaciones delictivas. Destacan los arrestos de 15 objetivos prioritarios, algunos con operaciones en varias alcaldías y municipios del Estado de México.
Grupos como La Unión Tepito, Fuerza Anti-Unión (FAU), el Cártel de Tláhuac, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Los Rodolfos han sido los más afectados. Solo de La Unión Tepito, han sido detenidas 124 personas. La FAU suma 42 detenciones; el Cártel de Tláhuac, 14; el CJNG, 6, y Los Rodolfos, 5.
Entre las capturas relevantes figura Luis Enrique Mendoza Manríquez, identificado como líder de Los Molina, detenido en febrero, e Israel Gálvez Estrada, jefe de plaza del CJNG en el suroriente de la ciudad, arrestado el 14 de mayo. También se reportan detenciones de operadores financieros, responsables de homicidios y administradores de redes de narcomenudeo.
La ofensiva ha incluido operativos contra células territoriales más pequeñas, como Los Gregory, Los Tanzanios, Los Gastones y Los Pacíficos. Además, han sido arrestadas figuras vinculadas a organizaciones nacionales como el Cártel Independiente de Acapulco y el Cártel del Golfo.
De acuerdo con la Secretaría de Seguridad Ciudadana, al menos 62 organizaciones delictivas mantienen presencia activa en la ciudad. Un informe de la DEA publicado en mayo de 2025 confirmó la operación de seis cárteles nacionales en la capital, entre ellos el CJNG, el Cártel de Sinaloa y La Familia Michoacana.
La competencia entre grupos y la fragmentación de estructuras continúan generando disputas territoriales en zonas como Iztapalapa, Tláhuac, Xochimilco, Cuauhtémoc y Gustavo A. Madero. La estrategia de seguridad se mantiene enfocada en la captura de líderes criminales y el debilitamiento de sus redes operativas.