De acuerdo con la organización ONU Mujeres, en México hay poco más de 12 millones de personas reconocidas como parte de la población indígena, lo cual significa un poco más del 10.1% de la población total en México, donde San Luis Potosí cuenta con un estimado de más de 200 mil personas, las cuales viven situaciones de extrema precariedad laboral y aislamiento, ya que de acuerdo con la OIT, al año 2019, la tasa de informalidad femenina en el sector agrícola se ubicó casi al 92%, superando a la masculina que es del 65%.
De acuerdo con el estudio publicado, uno de los principales problemas que enfrenta la mujer indígena es el educativo, ya que en caso de migrar de su comunidad han presentado un nivel escolar mucho menor que en el resto del país, siendo de 6.2 años, en comparación de los 9.1 años en promedio nacional, por lo que esto es solo una de las dificultades que enfrenta esta población, señaló Pamela Ortega, analista de estudios de género.
Por otro lado, la mayor preocupación de diversos colectivos es la creciente violencia en la que pueblos originarios han comenzado a presentar, por ejemplo, en San Luis Potosí hay un incremento de hasta el 25% de casos de violencia familiar, abuso sexual o lesiones, en zonas rurales como en la zona media o huasteca, donde persiste mayor cantidad de personas indígenas.
El informe general presenta datos relevantes en donde al menos el 64.7% de mujeres indígenas realiza labores domésticas no remunerados, 64.9% de mujeres no tienen acceso a la educación y al menos el 8% de usuarias de refugios por violencia son de zonas indígenas, por lo que los distintos grupos han hecho un llamado a prestar más atención y realizar acciones al respecto.