San Luis Potosí, S.L.P., sábado 8 de noviembre de 2025.– A partir del 1 de enero de 2026, los organismos de Defensas Rurales también conocidos como Guardias Rurales quedarán en receso en todo el país, de acuerdo con un oficio de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) que instruye la culminación de estas unidades históricas. En San Luis Potosí, la medida implica la desaparición de cuatro escuadrones con un aproximado de 500 integrantes, que durante décadas han apoyado a las fuerzas armadas en labores de seguridad, protección civil y vigilancia comunitaria.

El oficio, emitido por el Cuerpo de Caballería de Defensas, establece que los cuerpos rurales quedarán en receso conforme a las reformas constitucionales en materia de Guardia Nacional y a lo dispuesto en la Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos. La medida marca el fin de una tradición militar con raíces prerevolucionarias, que formó parte de los orígenes del Ejército Mexicano moderno.

Aunque no se ha especificado el motivo de su desaparición aparentemente se debe a presuntos actos de corrupción y podrían ser sustituidos por elementos de la Guardia Nacional en los patrullajes en la entidad potosina, en los caminos secundarios y zonas serranas.

En San Luis Potosí, los cuatro escuadrones del 8° Cuerpo de Caballería de Defensas Rurales, adscritos a la 12ª Zona Militar, están distribuidos en San Luis Potosí capital, Rioverde, Ciudad Valles y Aquismón. Su función principal ha sido apoyar al Ejército en la defensa de la integridad nacional, mantener el orden y la seguridad en zonas rurales, proteger la infraestructura estratégica y auxiliar en casos de emergencia o desastre.

Las Defensas Rurales son organizaciones de carácter voluntario y comunitario: sus integrantes son ejidatarios elegidos por asamblea, capacitados y equipados por la SEDENA. Aunque no reciben remuneración, son considerados parte de las fuerzas armadas cuando participan en misiones específicas.

Los elementos rurales reciben adiestramiento militar mensual en temas de legislación, derechos humanos, manejo de armas y patrullaje de combate, y deben cumplir con los mismos estándares de salud y conducta que el personal del Ejército. Su estructura contempla cinco grados desde Rural hasta Rural de Primera y la edad máxima de alta es de 50 años.

La desaparición de las Defensas Rurales ocurre en el contexto de reconfiguración institucional derivada de las reformas a la Guardia Nacional, que trasladaron su mando operativo a la SEDENA. Sin embargo, la decisión deja en incertidumbre a cientos de voluntarios que, durante décadas, fungieron como el enlace entre las fuerzas armadas y las comunidades rurales del país.

En el caso potosino, los escuadrones han participado en operaciones de vigilancia en caminos, resguardo de instalaciones eléctricas, combate a incendios forestales y tareas de auxilio durante inundaciones y contingencias.

Históricamente, las Defensas Rurales representaban un modelo de seguridad comunitaria controlado por el Ejército, distinto a los grupos de autodefensa civiles que surgieron en estados como Michoacán. Su origen formal se remonta a los primeros años de la Revolución Mexicana, cuando campesinos armados fueron incorporados al Ejército para proteger sus regiones.

San Luis Potosí perderá un cuerpo de apoyo militar con más de un siglo de historia y profundo arraigo social, que durante años contribuyó a mantener la paz en zonas rurales y a fortalecer el vínculo entre las fuerzas armadas y la ciudadanía.