San Luis Potosí, miércoles 21 de mayo de 2025.– Un menor de tan solo 8 años fue víctima constante de bullying y agresiones físicas dentro del Instituto Hispano Inglés, ubicado en la capital potosina. Así lo denunció públicamente su madre, Daniela Ramos Molina, quien desde septiembre de 2024 alertó a las autoridades escolares sobre la violencia que sufría su hijo, sin recibir atención ni acciones efectivas.
De acuerdo con Ramos Molina, las agresiones comenzaron con insultos como gordo y feo, y fueron escalando hasta situaciones de violencia física, como el robo de objetos personales, golpes, cachetadas, y finalmente una agresión con tijeras en la cabeza y un puñetazo, presuntamente por parte de un compañero del mismo grado.
“Llegaba por él y lo encontraba con marcas en el rostro; nadie nos avisaba nada. Nos enterábamos hasta que lo recogíamos. La escuela nunca notificó oficialmente lo que sucedía”, relató la madre visiblemente afectada.
La situación fue reportada en múltiples ocasiones a la dirección del colegio, según consta en cartas y documentos entregados desde octubre de 2024. Sin embargo, la institución negó los hechos en su respuesta oficial ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos, alegando que el caso fue reportado hasta febrero de 2025.
La madre también acudió a la Fiscalía Especializada en Derechos Humanos, pero fue informada de que no procedería la denuncia, ya que el agresor también era un menor de 8 años, por lo que la ley no contempla sanciones penales en estos casos.
“Me dijeron que no se podía hacer nada. Entonces, ¿quién protege a mi hijo?”, cuestionó Ramos Molina.
La gravedad del caso aumentó cuando se supo que el menor agresor había sido expulsado anteriormente de otra institución por comportamiento violento, incluido un incidente donde presuntamente clavó un lápiz en el cuello a otro niño. No obstante, en el Instituto Hispano Inglés continuó con comportamientos similares, sin que se aplicaran sanciones efectivas.
Pese a que la Secretaría de Educación Pública cuenta con un Programa Nacional de Convivencia Escolar desde 2017, la madre denuncia que dicho protocolo no se siguió. “La Secretaría ya está enterada desde febrero, pero hasta ahora no hemos recibido respuesta alguna”, aseguró.
Daniela Ramos acusa también una revictimización por parte del personal docente, señalando que algunos maestros desacreditaron públicamente a su hijo, asegurando que el agresor solo se defendía. Actualmente, el menor presenta síntomas de depresión y una severa afectación emocional.
“Mi hijo ya no quiere ir a la escuela, no se quiere ver al espejo, dice que está feo. Yo entregué a un niño feliz y me lo devolvieron roto”, expresó entre lágrimas la madre, quien exige justicia y la destitución de la directora general del Instituto Hispano Inglés, María Gabriela García Cermeño, por omisión ante los hechos.
Hasta el momento, se tiene conocimiento de al menos 25 casos similares en distintos grados dentro del mismo colegio, aunque no todos han sido formalmente denunciados.
Daniela Ramos hace un llamado a las autoridades, a otras madres y padres de familia, y a la sociedad en general: “No se queden callados. Hoy fue mi hijo, mañana puede ser el suyo. Lo que yo quiero es recuperar a mi niño”.