San Luis Potosí, sábado 12 de julio de 2025.- Aunque sudar es una función normal del cuerpo, alrededor del 5 % de la población presenta hiperhidrosis, una condición que provoca sudoración excesiva sin causa aparente. Esta afección puede generar incomodidad física, pero también afecta la salud emocional de quienes la padecen.
La hiperhidrosis puede manifestarse incluso sin calor o actividad física y suele localizarse en palmas, axilas o plantas de los pies. En algunos casos, el sudor llega a escurrir, lo que puede dificultar la vida cotidiana, las relaciones laborales y sociales, y provocar ansiedad o aislamiento.
Los especialistas distinguen entre dos tipos: la primaria, que no se relaciona con otra enfermedad, y la secundaria, que puede estar vinculada con medicamentos o trastornos médicos. El diagnóstico se basa en la evaluación clínica del paciente y, en ciertos casos, se utilizan pruebas específicas para identificar el tipo y la intensidad del problema.
Actualmente, existen varias alternativas terapéuticas. Desde antitranspirantes tópicos hasta medicamentos orales, pasando por tratamientos como la toxina botulínica, que bloquea temporalmente los nervios que activan las glándulas del sudor. Para los casos más severos, se recurre a técnicas como la iontoforesis o intervenciones quirúrgicas como la simpatectomía.
La clave está en acudir al especialista en cuanto se identifiquen los síntomas. Con el tratamiento adecuado, es posible reducir significativamente la sudoración y recuperar el bienestar personal y social.