La Dirección General de CONACYT ha declarado que la investigación científica espacial no es de utilidad; ahora presume las fotografías publicadas del agujero negro en el centro de la Vía Láctea.
Sin duda tales imágenes tienen enorme trascendencia en el conocimiento de la humanidad y abren nuevas preguntas en la controversia sobre esos entes estelares.
Ahora hay evidencia de su existencia, a partir de esas fotos, pero quedan preguntas sin respuesta: ¿se comprobará la teoría de S. Hawking?, ¿de qué están hechos los agujeros negros?, ¿todos son iguales?, ¿qué fenómenos podrían desplegarse si colisionaran agujeros negros?
Esas y muchas más; lo inadmisible de CONACYT es la descalificación a la ciencia occidental.
Al grado tal que, por ejemplo, el exdirector general del INAOE -Centro Público de Investigación, CPI, en materia astrofísica- sufre persecución oficial; no sólo se le retiró al puro estilo cuatroteísta, sin prueba alguna, sino que es un caso que se suma al sonado de los 31 profesionales de la Ciencia, Tecnología e Innovación que han sido perseguidos por la alianza CONACYT-FGR.
Pero otros de los CPIs coordinados por ese consejo nacional sufren de contagio.
El caso CIDE y el menosprecio desde la directiva de CONACYT han alcanzado cobertura nacional en medios; la problemática sigue abierta, hay desacato de sentencias judiciales al ocultar documentación sobre el proceso de designación del todavía Director del CIDE, hay presiones laborales, etcétera.
Un caso más reciente es el cierre de un programa educativo, como si sobraran en el país, en la unidad centro del CIDE.
Llama la atención que la unidad centro de CIDE se encuentra en Aguascalientes, Estado con clara desventaja electoral para el partido en el gobierno federal, puede ser coincidencia, pero cerrar programas de licenciatura en Políticas Públicas es un disparate.
Es opinión de esta columna que los CPIs son eslabón en la cadena de la generación y aplicación del conocimiento, que no deben duplicarse los esfuerzos en programas universitarios, pero cerrarlos a rajatabla, sin discusión ni análisis, es un capricho revanchista.
Adicionalmente es un indicio muy preocupante, de un plumazo pueden cerrar programas educativos mediante decisiones centralizadas, ¿acaso también están en riesgo alguno otro ya de maestría ya de doctorado?
El caso CIDE no se debe olvidar, aunque parece que los medios caen en el garlito de las distracciones desde Palacio Nacional; en las cuales incluso participan las corcholatas presidenciables.
Otro ejemplo de contagio demagógico y dislocado puede ser encontrado recientemente en IPICYT, un CPI multidisciplinario con una sola sede ubicada en S.L.P.
El DG de este centro, fue designado a pesar de no haber cumplido en tiempo y forma con los requisitos de la convocatoria; él ha reconocido que entregó fuera de los términos convocados la constancia de la SFP, requisito de no inhabilitación, aun así desde Insurgentes Sur le nombraron hace tres años.
En ese CPI el DG convocó a la comunidad a proponer nombres a fin de ocupar la posición de jefe divisional que, si bien no es nombramiento orgánico, tiene responsabilidad en el ejercicio de los escasos recursos fiscales que IPICYT recibe para ciencia; además de atender las convocatorias de evaluaciones a los programas educativos que oferta cada división académica de ese CPI.
La comunidad dio respaldo a nombres ante eventos como evaluaciones de doctorado, luego el DG va en contra de la opinión en la comunidad y nombra a inexpertos en pretendida intención de lealtad; puro estilo cuatroteísta.
Es su facultad nombrar a los jefes divisionales, pero entonces, ¿para qué engañar y mentir a la comunidad si impondría unipersonalmente?, ¿para qué poner en riesgo la evaluación de programas educativos?, si tenemos en mente que estamos casi en el quinto mes y que el cierre fiscal es antes de fin de año, ¿se alcanzarán a ejercer los recursos fiscales en 2022?, ¿qué de la libertad académica?
Caprichos obcecados en CPIs contagiados.