GUADALAJARA, Jal., 18 de septiembre de 2022.- Mantener un control médico adecuado, así como tomar en tiempo y forma los fármacos, dormir por lo menos ocho horas diarias y llevar un estilo de vida saludable, son factores esenciales en el cuidado del paciente con epilepsia.

El neurólogo adscrito al Hospital de Especialidades el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, José de Jesús García Rivera, explicó que la falta de descanso, desapego a tratamiento, las infecciones en alguna parte del cuerpo, pueden desencadenar convulsiones en personas que se conocen con epilepsia.

En caso de que dichas convulsiones se presenten en casa o en la calle, continuó el experto, lo recomendable es colocar al paciente sobre una superficie plana, preferentemente de lado, y no colocarle nada dentro de la boca, como telas, lápices, cucharas, etc., porque se corre el riesgo de que se fracture los dientes y también de que broncoaspire o se ahogue con dichos objetos e incluso con su propia saliva. Las convulsiones duran alrededor de dos minutos.

“Esta es una enfermedad neurológica a la que mucha gente le puede tener miedo. Cómo tratarla, cómo actuar, es algo que todos deberíamos saber. Lo primero es mantener la calma, acomodar de forma adecuada al paciente en espera de que pase la crisis y no automedicarse. Si son las primeras ocasiones en que se presenta una convulsión es necesario acudir a consulta porque puede ser algo tratable que, sin atención, más adelante avance y se agrave”, aseveró García Rivera.

Detalló que la epilepsia es una patología que afecta al sistema nervioso central y se manifiesta con movimientos involuntarios generalmente de manera repentina. Puede ser hereditaria, congénita (problemas desde el nacimiento como la hipoxia o falta de oxígeno) o bien, detonarse por traumatismos o golpes en la cabeza, así como por trastornos metabólicos como la hipertensión arterial e infecciones.

Finalmente, el neurólogo indicó que en el IMSS Jalisco se cuenta con atención médica para la epilepsia desde el Primer Nivel de Atención, donde un médico evalúa cada caso y realiza la derivación correspondiente al Segundo y Tercer Nivel (unidades hospitalarias), a fin de que los pacientes cuenten con un diagnóstico y tratamiento oportunos.